Día 31: 23:59

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Linternas japonesas se encontraban colgadas de hilos transparentes a lo alto del cielo, que recorrían los alrededores de las carpas de comida, juegos, puestos de amuletos y una variedad de cosas más, todo para festejar la llegada del nuevo año.

— ¡Oh! Ahí están —señaló Fuyumi, llamando la atención de Shoto. La albina con mechas rojas miraba un par de metros más adelante, a un puesto de mochis—. La señora Inko e Izuku-kun.

El peliverde se encontraba al lado de su madre, quién le mostraba algo en su celular mientras comían mochis. Todoroki al verle, una sonrisa se posó en sus labios sin poderla contener y es que su novio acompañaba el kimono negro con sus inseparables tenis rojos.

— Vamos, nos han de estar esperando —comentó Rei, tomando las manos de sus hijos para ir con la pequeña familia Midoriya.

Al acercarse, pudieron escuchar las risas del par, que se apagaron al verles llegar y una sonrisa se puso en su lugar al reconocerlos. Inko, fue la primera en aproximarse a la albina para abrazar, comentándole que el puesto de al lado vende mochis muy buenos.

Fuyumi por su parte se acercó a Izuku, quien trató de hacer una reverencia, pero la chica se lo impidió abrazándolo. En medio del abrazo, Shoto le sonrió a su novio que le veía apenado saludándolo con su mano derecha —la única que se salvó de los brazos de la albina menor—

— ¡Shoto-kun! Que apuesto te ves con el atuendo tradicional —halagó Inko saludándolo, refiriéndose al Kimodo azul marino que llevaba puesto. El bicolor inclinó su cabeza en forma de reverencia—. ¡Todo un caballero!

— Me alegra verla de nuevo, señora Inko —expuso Todoroki, irguiéndose para regalarle una sonrisa.

— Inko, quiero presentarte a mi hija —habló Rei detrás de la peliverde.

Su hermana y madre sonrieron a la mujer, que hizo una leve reverencia hacia la más joven, tendiéndole la mano para saludarla. Shoto las veía, manteniendo una expresión cómoda que comunicaba lo tranquilo que se encontraba.

— Hola, joven apuesto —susurró una voz a sus espaldas a la par que unas manos tomaban su brazo izquierdo, se giró para ver al culpable que le miraba con una brillante sonrisa—. Perdone la osadía, pero ¿le gustaría despedir el año conmigo?

— Me temo que no se podrá —lamentó fingidamente Shoto, siguiéndole el hilo a Midoriya. Le sonrió—. Estoy esperando a mi novio, ¿De casualidad no lo ha visto? —preguntó removiendo las manos del peliverde para tomarlas entre las suyas: entrelazando los dedos. Miró el par de esmeraldas—. Mide un metro setenta y seis, tiene hermosas pecas esparcidas por las mejillas, cabello verde rizado; tanto que te dan ganas de enredar los dedos en ellos, ojos brillantes y verdes que hacen perderse en ellos, nariz pequeña y respingada que al fruncirla parece un adorable conejito, labios gruesos que te incitan a besarlos...

— ¡Come un mochi! —interrumpió Izuku, metiéndole el postre en la boca para callarlo.

Todoroki le vio sorprendido, pero se fue relajando al ver la cara colorada de su novio «Como fresa madura» pensó mordiendo el mochi para liberar sus labios. Tomó con cuidado la muñeca del peliverde, alejándola.

— Nueva forma para silenciarme —comentó pasando el bocado. Izuku le vio apenado, formando un puchero. Se inclinó hasta estar al lado de su oído. Susurró aventando aliento cálido—. Pero sigo prefiriendo los besos.

— E-Estamos en público, no podía hacer eso —le recordó, pero rápidamente le dio un fugaz beso en la mejilla; aprovechando que Shoto se mantenía cerca de su rostro. Le vio sonreír, poniéndose nuevamente derecho. Se sonrieron por el "atrevimiento". Midoriya alzó el mochi mordido—. S-Sigue comiendo.

White Christmas || TodoDekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora