El frío hacía estragos en su cuerpo, haciéndolo temblar y aventar vaho por la boca. Llevaba recorriendo por media hora los caminos de la Academia, rumbo a la residencia. Sin embargo, la nieve que cae le hacía ir más lento.
Había pasado el día fuera, ayudando a su madre a hacer remodelaciones en su taller de cocina. Le dijo que quería comenzar el año con un nuevo ambiente más cálido y luminoso, por lo cual Izuku pintó, compró nuevas luces, instaló cosas, pegó muchas decoraciones, colgó marcos y un sin fin de cosas.
Pero no se arrepentía, nunca cambiaría por nada la sonrisa que mostró Inko al ver el resultado del esfuerzo de ambos.
Se paró abruptamente para estornudar, haciendo que le doliera el pecho por inhalar aire tan de repente. Tosió por medio minuto antes de ponerse nuevamente en marcha. Tiempo después, una débil sonrisa adornó sus labios quebradizos; se encontraba frente a las puertas de los dormitorios.
«Al fin» pensó, sorbiendo por la nariz roja.
Subió con calma los escalones hasta llegar frente a la gran puerta de madera. Suspiró pensando en la calidad que lo estará rodeando en cuanto cruce ese pedazo de madera y sobre todo, los fuertes y reconfortantes brazos de su novio.
Con esos pensamientos —sobre todo el segundo— tomó la chapa dorada, girándola y abriendo. Cerró los ojos para que el calor hogareño le golpeara el rostro, pero eso nunca llegó. Frunció su entrecejo abriéndolos.
Ante él, sus compañeros se encontraban envueltos en cobijas, con gorros, guantes y grandes chaquetas; rodeando la chimenea encendida. Iida se acercó a él, llevando un conjunto muy arropado.
— Nos alegra tenerte de vuelta, Midoriya-kun —saludó, tendiéndole una manta—. Toma, para que puedas mantenerte aquí dentro.
— ¿A q-qué te refieres? —preguntó asustado, tomando la manta.
— Verás —comenzó, agarrándolo del brazo para adentrarlo a la sala y cerrar la puerta. Se giró, dándole una sonrisa apenada—. El calentador de la residencia se averió hace un par de horas, nadie se había dado cuenta hasta que comenzó a nevar e intentaron prenderlo —hizo una mueca al recordar cómo él había tratado varias veces después.
— ¿Y Aizawa-sensei? —cuestionó con esperanza en sus ojos. No quería pasar una noche como si estuviera acampando sobre la nieve—. ¿Le comentaron, no? Me imagino que en unos momentos llegará con alguien que resuelva el problema...
— Me temo que no —respondió una voz a sus espaldas, interrumpiéndolo. Se trataba de Momo que estaba creando gruesas mantas. Le regaló una pequeña sonrisa—. Aizawa-sensei se encuentra fuera de la ciudad, trabajando en un caso con la policía.
Una mueca se posó en los labios de Izuku. Sus esperanzas de tomar un baño caliente, dormir en su tibia cama con estampados de All Might y usar su pijama nueva de la edad temprana de su héroe favorito, se estaban yendo por la borda. No podría pasar una noche cálida. Sus ojos se ampliaron ante un pensamiento.
— ¡¿Y el director Nezu?! —preguntó esperanzado, pero las muecas del delegado y la pelinegra le hicieron hacer un puchero.
— Ya está al tanto, pero no encuentra a nadie a estas horas de la noche que pueda venir a arreglar el sistema de calentado —respondió Iida a su lado.
— ¡Pero no se preocupen, chicos! —exclamó Momo, con ánimo hacia el par de amigos. Un sonrojo se posó en sus mejillas—. Sato-san me preparó un platillo con muchas proteínas, las usare para crear un calentador eléctrico para cada habitación.
— ¡¿Estás segura, Yaoyorozu-san?! —preguntó el delegado acercándose, viendo cómo la chica asentía efusivamente con una sonrisa y mirada decidida—. Varios compañeros se encuentran hoy en la residencia, y no dudo que algunos vengan más tarde, faltan varios en llegar...
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White Christmas || TodoDeku
FanficSerie de Drabbles diarios del mes de diciembre, enfocados en la pareja TodoDeku. 1.- Kotatsu. 2.- Decorar el árbol. 3.- Chocolate caliente. 4.- Casa de Jengibre. 5.- Muñeco de nieve. 6.- Chimenea. 7.- Villancicos. 8.- Cuentacuentos. 9.- Copos...