Día 8: Cuentacuentos

621 79 5
                                    

Había una vez, en la época de Navidad. Vivía un viejo héroe llamado Enji en la Ciudad de Musutafu, era un hombre muy trabajador que todos los días daba lo mejor de sí para ser el héroe número uno. Sin embargo, era una persona muy temible para todos. Su familia le importaba y las personas no lograban congeniar con su cruel genio.

Un día, antes de Navidad, Enji se encontraba en su agencia de héroes junto con sus trabajadores. Todos se encontraban tiesos del frío a causa de la gran nevada. Pero Enji no les daba tregua y aún así los mandaba a patrullar, cuándo las calles estaban despejadas debido a que todos los habitantes se encontraban comiendo su cena Navideña.

Antes de cerrar e irse a su casa, su hija mayor entró por las grandes puertas. Diciéndole:

— ¡Padre! Mis hermanos están en la ciudad y cenaremos todos juntos como en familia ¡Por favor!, acompáñanos.

El temible Enji arrugó su entrecejo, viéndola como si tuviera tres cabezas en lugar de una. hizo un ruedo con la lengua antes de hablarle.

Estoy ocupado. Aparte, tus hermanos me odian y no quieren saber de mí.

Su hija le miró sorprendida. Aunque, no se alejaba tanto de la realidad; sus otros hijos le odiaban por ser un cretino toda su vida, tratándolos como objetos y utilizándolos para su propio bien. Siendo por completo todo un hijo de...

— ¡Shoto! —una suave voz lo interrumpió, reprendiéndolo—. Hay niños presentes.

— Lo siento —se disculpó, viendo como su "audiencia" reía por lo bajo—. ¿Puedo continuar?

— Sip, pero ten más cuidado en tus palabras por que...

"Hay niños presentes" —de nuevo se escucharon risas—. Gracias, Izuku.

Pero eso era antes, ahora se están planteando perdonarlo. Ya que no querían seguir viviendo con ese sentimiento amargo, sino darle la vuelta a la hoja y terminar esa parte de su vida.

— Padre, creo que te llevarías una gran sorpresa si fueras a casa esta noche. Ellos quieren...

— Nos vemos Fuyumi.

Interrumpió el hombre pasando por su lado, para salir de la agencia e ir a su frío hogar. Si es que una gran casa vacía lo era. 

Al llegar a su casa entró a la oficina, llevándose consigo comida preparada. Tres horas después, salió para ir a su recamara donde prendió la chimenea y se sentó frente a ella revisando unos últimos papeles antes de irse a dormir.

De pronto escuchó un fuerte golpe acompañado del sonido de unas viejas campanadas. Enojado, dejó los papeles que revisaba a un lado, y se levantó encarando la nada.

— ¡¿Quién anda ahí?

Como respuesta, recibió un extraño y fuerte ruido que provenía del otro lado de la puerta de su habitación. Enfurecido intentó avanzar hacia el picaporte, pero un espíritu cruzó la puerta.

Sus ojos le vieron sorprendido, y pensando que era un villano usando su Quik: aventó una gran bola de fuego, que traspasó al espíritu dejando un gran orificio en la madera.

¡¿Quién eres!?

— Soy Best Jenaist, Enji.

— No se quien eres, pero vete de aquí.

— Sólo vengo a advertirte que te visitarán tres espíritus. El primero llegará mañana cuando el reloj marque la una. El segundo llegará el día siguiente a la misma hora y el tercero en la noche siguiente cuando el reloj dé la última campaña de las doce.

White Christmas || TodoDekuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora