Después de la muerte. (Adaptación Brittana)

Capítulo Diecinueve.

–Tienen que regresarlas de alguna manera, Simón -decía la chica sentada en aquel escritorio gigante.

–No sabemos cómo hacerlo, Santana ya se dio a la idea de su nueva vida siendo Santiago, y Marley está ahí haciéndole segunda -se rasco la frente pensando alguna solución para aquello que estaba sucediendo.

–Varios me han reclamado, ellos también quieren la oportunidad de ir a la tierra, incluso aunque sea en otro cuerpo.

–Sabes que el caso de Santana es diferente -contestó Simon caminando de un lado al otro.

–Entonces deberíamos castigar severamente a Marley.

–Ya se le han quitado sus alas, ¿qué otro castigo quieres? -le preguntó parando de caminar para mirar a la chica fijamente.

–Algo aún más severo, lo que hizo Marley nos está trayendo muchos problemas, y lo sabes mejor que nadie, Simon.

–Lo sé, Dani, pero no sé qué otra cosa hacer.

–Oh, sabes muy bien qué es lo que tienes que hacer -dejó sus cosas de lado y se quitó los lentes, colocándolos arriba de su cabeza- A Mar puedes traerla fácilmente, pero a Santana...la quiero.

–¿Estás segura que no es otro de tus caprichos? El primer día que estuvo aquí no la dejaste de ver ni un segundo.

–¿Y qué si lo es? -preguntó desinteresada- La quiero aquí de nuevo, lo que hicieron iba contra las reglas.

–Lo haré, pero si es otro de tus chantajes, tendrá peores consecuencias -y salió por la puerta.

-

Santana POV.

Disfrutaba la presencia de Brittany, me encantaba tenerla a un lado mío mientras caminábamos por el pasillo de la escuela, ahora que era Santiago, ella era un poco más pequeña que yo, lo cual era bastante tierno.

Desde nuestra "cita" había mucha más confianza, Quinn insistía en que tenía que decirle quién era, pero ella no consideraba lo importante que eran las reglas en el cielo.

Ya me había echo a la idea de que volver a ser Santana no era una opción, se había acabado, seguía siendo ella, misma personalidad, mismos modos pero con diferente cuerpo, lo cual no era muy difícil de adaptarse.

Brittany seguía mandando mensajes a mi anterior Facebook, cada vez eran más cortos, lo cual no sabía si era bueno o malo.

–¿En qué piensas? -me preguntó mientras estábamos sentados en la mesa de la cafetería.

–Tonterías, solamente -sacudí la cabeza en forma de negación- ¿Por qué Quinn aún no llega?

–Debe de estar por hacerlo, y con ella siempre llegan Rachel y Marley.

–Empiezo a extrañar a Mar -reí por lo bajo mientras miraba mi comida en la bandeja.

–¿Tienes miedo que te quiten a tu mejor amiga? -me golpeó con el hombre directo hacia el mío en señal que estaba bromeando.

–Mar no es mi mejor amiga -negué con la cabeza- Es Qui.. -estaba a punto de hablar cuando recordé que siendo Santiago, Quinn ya no era mi mejor amiga.

–¿Qui? -preguntó confundida- ¿Quién es ella?

–Oh, una amiga de Australia -rasque mi cabeza nerviosamente.

–¿A Marley la conoces de Australia? -preguntó robándome una de mis uvas.

–Sí, íbamos al convento juntos -una pequeña mentira más para molestar a Mar- Ella es una monja muy dedicada.