Después de la muerte. (Adaptación Brittana)

Capítulo Veinticinco.

Después de saber que Brittany ya tenía una novia, mis ganas de quedarme aquí para ver cómo era feliz se hacían cada vez más pequeñas, y es que era una tortura saberlo, no me sentía de humor, pero no podía darme el lujo de faltar a clase el segundo día, tenía que ser al menos un poco responsable.

Lo que sin duda me había sorprendido era la actitud de Quinn, tan fría, sarcástica, malhumorada, muy diferente a la que yo conocía, me preguntaba qué otra cosa había cambiado.

–¿Lista para irnos? -me preguntaba Mar que estaba guardando varios cuadernos en su mochila de color azul, rápidamente asenti sin dejarme de ver en el espejo, era tan extraño ver mi cabello largo de nuevo, y mis pechos, y mi definida mandíbula femenina.

–¿Qué hora es? -ambas tomamos nuestras mochilas y salimos hasta de la habitación del hotel hasta el estacionamiento para dirigirnos a la escuela.

–9;30, es muy temprano, y la primera clase empieza a las 11, ¿qué hacemos? -me preguntó Mar una vez que ya íbamos en el coche.

–Si me hubieras dicho eso, podría haber dormido un poco más.

–Dormir es aburrido, puedes hacerlo cuando te mueras -dijo en tono de broma y yo la mire enojada por el mal chiste- Oh, lo siento, no recordaba.

–Como sea, deberíamos ir directo a la escuela, no tenemos otra cosa que hacer -le sugería a lo que ella asintió.

–Tal vez y encontremos a Brittany ahí.

–¿No escuchaste a Rachel? Tiene novia, no tiene sentido seguir aquí -le conteste de mala manera haciendo que me arrepintiera al instante.

–Ese es el problema de todos los que tienen esta oportunidad, al ver el primer obstáculo se desaniman, ¿qué esperabas? ¿Qué todo siguiera igual? No, tú nunca exististe para ellos, no esperes que Brittany vaya corriendo a tus brazos, si lo quieres, tienes que hacer algo para que pase, deja de lamentarte -dijo todo el discurso sin siquiera mirarme, seguía concentrada en la ventana viendo las calles de Lima- Lo siento, pero es la verdad.

–Esforzarte tal vez sirva, ¿no crees?

–Deja tu sarcasmo un poco, Mar, esto es serio, tienes que darme algún consejo.

–Conquístala.

–¿A quién? -pregunte y ella rodo sus ojos.

–Oh, a Rachel yo creo...Esta claro que a Brittany!

–¿Cómo haré eso? -volví a preguntarle.

–¿Cómo lo hiciste la última vez?

–Era diferente, no sé cómo es Brittany ahora, ella ha cambiado -le respondí dando vuelta a la calle ya que la escuela estaba en la esquina.

–Muy dentro, ella sigue siendo la misma, esfuérzate, no puede ser tan difícil, Santana -Mar me sonrió dándome la esperanza que estaba necesitando.

–Tratare de hacer lo posible...hoy -dije decidida.

-

Después de haber pasado por aquella conversación, Mar y yo estábamos en el estacionamiento esperando a que nuestra primera clase empezará, tenía entendió que compartía clase con Rachel y Brittany, así que decidimos que esperaríamos a la primera.

No pasó mucho tiempo cuando vimos llegar a Rachel en su bicicleta, con un cola de caballo alta y sus gafas, era totalmente diferente a como era antes.

–Hola chicas -llegaba saludándonos a ambas con un beso en la mejilla a cada una- ¿Van a entrar a clase?

–Claro, te estábamos esperando -le respondió Marley
con una sonrisa.