Capítulo Veintisiete.

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Al día siguiente, pasamos muy temprano por Quinn para ir hacia la escuela, su actitud seguía igual que el primer día, pero ya comenzaba a soportarlo al igual que Marley.

Habían sido 3 días muy aburridos hasta ahora, mis ganas de regresar al cielo seguían nulas, ¿quién preferiría morir a estar en la tierra?

Estar allá arriba era agradable, te sentía en paz todo el tiempo, no tenías preocupaciones y la felicidad abundaba en grandes cantidades, en cambio, la tierra era un lugar donde tenias que sufrir al menos una vez en la vida para poder aprender la lección, no me parecía justo, pero aun así, amaba estar viva.

¿Yo podía llegar a ser un ángel?

Es lo que me preguntaba todo el tiempo.

–¿Qué tanto piensas, San? -me preguntó Mar que se encontraba sentada a un lado mío en el salón, mientras nadie le prestaba atención a la clase.

–Cosas sin importancia, está bien -negué con la cabeza tratando de alejar cualquier pensamiento idiota que estaba teniendo. Miraba a Brittany que estaba sentada a 3 mesas de la nuestra, mirando por la ventana, quería hablarle, pero después de el mensaje de anoche, creí que estaría enojada.

Un golpe en la cabeza me hizo volver la mirada al frente; era una bola de papel que había venido de atrás, por lo cual supe que era Quinn.

Abrí el papel y decía;

"De tanto que la ves te la vas a gastar, ve a hablarle ;)"

Voltee a ver a Quinn y estaba riendo, no pude quedarme de brazos cruzados y le conteste en esa misma hoja.

"¿De la misma manera en la que tú te estás gastando a Rachel?"

No necesito decir que después de eso Quinn no volvió a lanzarme una bola de papel en toda la clase.

–Concéntrate, tienes que prestar atención a clase -dijo Mar preocupada.

–Relájate, van 3 días apenas -dije sin tomarle importancia- Puedo hacer eso en horas sin necesidad de tomar clase.

–Como tú digas, cerebrito -Mar se percató de que no dejaba de mirar a Brittany- Deberías de ir, discúlpate.

–¿Crees?

–Por supuesto...

–Pero ayer dijiste que no podía pasar todo mi tiempo preocupándome por eso -la mire esperando explicación.

–Vas con ella y después vas con Bree, ¿de acuerdo? -asenti con la cabeza y me levante de mi asiento para ir al de Brittany, ya que el Profe no parecía importarle quien se levantaba y quien.

Al llegar hasta su lugar toque su hombro para llamar su atención e hice que se sobresaltara.

–Lo siento, yo... -rasque mi cabeza- Hola.

–¿Qué quieres? -me contestó de mala gana mirándome de arriba hacia abajo.

–Quería disculparme -me senté en su silla de un lado, que estaba vacía- No pude ir ayer, tenía muchas cosas que hacer y...

–Cállate por un segundo, ¿sí? -puso su mano en mi boca- Trate de ser amable contigo, nunca invito a nadie a mi casa sin haberlo conocido, e hice una excepción contigo por qué me pareciste muy guapa.

–¿Qué? Yo... ¿Guapa? -no creía lo que escuchaba, Brittany me consideraba guapa, a pesar de que nos estábamos encontrando en otra vida.

–Si bueno...pero, olvida eso, tuviste tu oportunidad -dejó de mirarme para seguir mirando por la ventana.

Después de la muerte. (Adaptación Brittana)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora