4. Solo, tal vez

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Richard había viajado a Los Ángeles por la premier de su película, la noche anterior le pregunté si iba a quedarse a cenar y pasar la noche aquí pero me dijo que no, que aún debía preparar unas cosas además debía hablar con gente de la producción o algo así, también antes de marcharse me comentó que había una diferencia horaria de tres horas. Le deseé un buen viaje y sobre todo que no se emborrache.

Pasaron dos días y aún no me llamaba, estaba algo preocupada pero al mismo tiempo comprendía que debía ir días antes por cualquier imprevisto; su premier era el día siguiente, el domingo, día que yo iría al correo para despachar el cuadro de James Clark... era lo bueno de vivir aquí, trabajaban toda la semana. Mientras me preparaba un tazón de frutas mi móvil vibró dos veces, eran dos mensajes del castaño los cuales decían 

 Mientras me preparaba un tazón de frutas mi móvil vibró dos veces, eran dos mensajes del castaño los cuales decían 

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¡Sorpresa!

no entendía muy bien por qué me había enviado una foto suya con un semblante serio hasta que me percaté que tenía el cabello completamente oscuro, su mechón blanco había desaparecido entonces le hice una videollamada, en Nueva York ya era de noche... no pasaron ni quince segundos que él ya había atendido la llamada

—Estaba completamente seguro que ibas a llamarme— habló el ahora pelinegro mientras se recostaba en la cama, no llevaba camisa puesta

—Hola ¿cómo has estado?— le pregunté de inmediato ya que no había sabido nada de él

—Hola, perdón por desaparecer... estuve muy ocupado— respondió con una sonrisa

—Sí, estuviste muy ocupado con eso— comenté haciendo referencia a su nuevo cabello, él rió muy divertido por mis palabras

—¿No te gusta, Lissa?— cuestionó con un leve tono juguetón

—Sí, me gusta. Te queda bien el tinte negro pero estoy acostumbrada al mechón blanco... me parece extraño nada más— hablé un poco nerviosa y enredándome en mis propias palabras

—¿Por qué te pones nerviosa?— indagó con una sonrisa en sus labios, odiaba que insinuara que tenía un crush con él

—No estoy nerviosa, solo digo que aunque ese color de cabello te queda bien —sentía mis manos sudar— prefiero el mechón blanco, recuerdo la primera vez que te vi con él me quedé sorprendida. Solías usar el cabello un poco más largo y se definían muy bien tus rizos— agregué hablando de su antiguo look, me veía patética hablando de como se veía antes

—Creí que nunca me prestabas atención— bromeó y en ese momento solo deseé que me tragara la tierra

—Soy bastante observadora— mentí

—Yo creo que tienes un pequeño enamoramiento conmigo— volvió a bromear y sentí como mi rostro se ponía rojo

—¿Cuándo volverás al mechón blanco?— insistí una vez más con aquello

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