10. Celos

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Sebastian una vez más volvió a terminar en mi pero tenía condón por lo que no me preocupaba, era bastante controladora en ese sentido... es más tenía una regla "no condon, no sex" la cual me ahorró muchos problemas. Aquel hombre me había quitado el resto de ropa que me quedaba y ahora yacía desnuda a su lado, me tapé con las sabanas en lo que él se acomodaba para dormir todo quedó a oscuras mientras yo no podía cerrar los ojos para dormir aunque  se diez minutos.

Mientras observaba el techo del departamento de Sebastian una gran angustia y culpa me invadió, no entendía por qué pero en mi mente solo se encontraba Richard saliendo con mi asistente; me giré para darle la espalda pero sentí como pasaba su brazo por mi vientre para atraerme a él... lo único que quería ene se momento era regresar a mi casa.

A primera hora el día siguiente regresé a mi piso, declinando la invitación de Sebastian a que me quede a desayunar necesitaba estar en mi casa pero al llegar me encontré con Richard en la puerta de piso por no decir que ya estaba en el interior, es que mi casa era su casa

—Hola— dijo al verme bajar del elevador, tenía una sonrisa en su rostro

—Hola— dije sintiéndome aún peor que antes

—Perdón por entrar y quedarme aquí— se disculpó, traía puesta una camiseta blanca algo ajustada

—No te preocupes, dije que mi casa es tu casa— hablé fingiendo una sonrisa

—¿Te encuentras bien?— cuestionó acercándose a mi

—Sí, solo quiero darme una ducha —respondí, él solo me observó—. Me ducho y me cuentas como estuvo tu cita— agregué con algo de tristeza, el pelinegro asintió entonces me marché rápidamente al baño unos quince minutos después salí vestida con un short y un sweater largo que me tapaba el short. 

Richard había preparado el desayuno y parecía realmente feliz, eso me indicaba que la noche anterior la había pasado bien y por alguna razón me hacía doler el pecho

—Qué cara— me dijo cuando me senté en la isla justo frente a él

—Mala noche— fue lo único que dije

—¿El galán no fue lo que creíste?— cuestionó aquel hombre con una sonrisa burlona en su rostro

—Era mejor de lo que creí pero no importa, la que no estaba a la altura fui yo— mencioné bajando la mirada

—¿Qué sucede, Lissa?— interrogó mi amigo, parecía preocupado entonces señalé mi cabeza

—Mi mente, pero pronto todo se calmará. No te preocupes —expresé cogiendo la raza que me dejó en frente—. Cuéntame sobre tu cita— agregué pero en verdad no quería saber nada de ello; el colocó una de sus manos en la nuca para hablar de lo que fue su noche y sobre todo sonría

—Estuvo bien— habló sin más

—¿Solo eso?— cuestioné con mis ojos en la taza

—Bueno, no. Estuvo realmente bien, fuimos a cenar a un restaurante vegano. Carol es realmente divertida y encantadora— respondió

—Y linda —susurré para mi— ¿llegaste a tercera base?— bromeé aunque no era lo que quería escuchar

—No, no llegamos a tercera base —respondió entre risas— pero quedamos de salir el próximo fin de semana— agregó, se lo veía bastante feliz

—Me alegro que ella te agrade —dije peor no estaba feliz en lo absoluto y necesitaba entender por qué me sentía así de esta forma con respecto a que Richard tenga una posible pareja, sonreí levemente—. Te dije que era una buena chica— hablé luego con tristeza

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