El Destino

8. Tensión evidente

Sentí que el ambiente cambió por completo luego de que le confesé que conocí a alguien, peor lo atribuí a que fue porque a me dolía que vaya a tener una cita con Carol

—¿Cómo se llama?— preguntó bajando su mirada

—Sebastian —dije— parece un buen hombre, tranquilo aún no tuve sexo con él— agregué tratando de sonar divertida

—Sé que no te comprometes, ¿qué tal diferente es con él?— cuestionó y lo observé

—Aún no le aclaré que no busco nada serio— confesé

—Eso es nuevo— respondió. No sabía que estaba pasando entre nosotros pero nunca nos quedamos en silencio y que sea incómodo como estaba pasando ahora.

Toda la situación con Benjamín había cambiado por completo mi panorama, ya no era la jovencita que creía en el amor por sobre todas las cosas ahora anteponía mi placer  ya que con el que se suponía iba a casarme esperábamos a hacerlo luego de casarnos, estaba muy enamorada de él y acepté pero luego que me abandonó perdí aquella "inocencia" con un hombre mayor que yo luego de una noche de tragos. Cuando mis padres se enteraron de que terminaba en la cama de un hombre diferente cada fin de semana, tuvimos una gran discusión ya que ellos no aceptaban que viva mi vida sexual de manera tan abierta... mi padre me dijo que era una cualquiera y eso me dolió, aún a día de hoy me duelen sus palabras cada vez que las recuerdo. Luego de aquello no volví a verlos y desde entonces mi única familia es Richard, es más todos en mi familia me preguntaban si era un amante o un amorío aun cuando estaba comprometida con Benjamin pero siempre les decía que Richard solo era mi mejor amigo, ellos lo querían mucho. Si el crush que tuve con ese hombre nunca desapareció debería saberlo porque hasta el momento me molestaba que tenga una cita con otra mujer

—¿Lissa? ¿estas bien?— cuestionó de pronto

—Sí, solo me perdí en mi mente— contesté ya que era cierto

—Ve a dormir— me aconsejó y comencé a bostezar

—Vamos— dije extendiendo mi mano para que él la tomase al hacerlo asintió y sonreí, nos pusimos de pie para recoger todo y que quede todo limpio; él fue a ducharse mientras yo me deshacía de la basura al salir Richard del baño ingresé yo para lavar mis dientes y darme una ducha rápida, al salir él estaba observando por el ventanal del piso entonces me ubiqué a su lado en silencio también viendo al exterior

—Si te casabas con Benjamin ¿hubieran vivido aquí?— preguntó aquel hombre de pronto, negué sin quitar la vista de la ciudad que estaba completamente iluminada

—Él odiaba este piso, decía que solo incitaba a querer más y más cosas materiales —respondí— iba a mudarme a las afueras de la ciudad— agregué momentos después

—¿Es una broma?— cuestionó posando sus ojos en mi de nueva cuenta

—No, esa iba a ser mi vida si me casaba con él— comenté

—¿Estabas dispuesta a perder tu libertad por amor?— me tomó del mentón para que lo observé, asentí

—Tu lo dijiste, por amor— hablé luego, me alejé unos pasos y él me soltó entonces caminé a la cama podía oír sus pisadas detrás de mi.

Me senté en la cama, me quité los lentes para dejarlos sobre la mesa de noche y me recosté, al apoyar mi cabeza en la almohada Richard se ubicó a mi lado, ambos nos quedamos viendo al techo a lo que me hbaló

—¿Crees que ese tal Sebastian es el hombre que has estado esperando?— no sé a que venía aquello, me parecía un poco extraño entonces lo mité atentamente