6. Distracción

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Regresé a casa completamente sola, no quería lidiar con nadie solo necesitaba dormir para no pensar además el día siguiente me ausentaría de la galería. Pasó una semana y media desde que Madden se había marchado a su tour de prensa, no había estado saliendo pero ya era momento, de todos modos sería algo tranquilo como un bar porque no quería usar tacones la última vez que fui a una disco y usé tacones mis pies me estaban matando además había invitado a Sam para conocernos mejor.

Sam pasó por mi en su auto para dirigirnos hacia una disco que conocía en Brooklyn, algo completamente diferente a lo que quería, me resigné y estaba completamente segura que me iba a divertir mucho allí. Nos hicieron ingresar porque a él lo conocían

—¿Vienes todos los fines de semana?— le pregunté en broma, él rió para luego decirme

—No, trabajo aquí pero a veces voy a otros lugares y hoy... tengo la noche libre así que te traje aquí— me sorprendí un poco cuando dijo que trabajaba aquí

—Creí que trabajabas en una empresa o algo de eso— mencioné asombrada por lo que él volvió a reír

—Por eso debemos conocernos mejor —comentó mientras me llevaba de la mano a la zona VIP de aquel lugar, nos sentamos allí en una especie de sillones en color borravino— pide lo que quieras, yo invito— dijo de pronto mientras las luces de colores pegaban en nosotros 

—Lo que sea esta bien —hablé mientras me acercaba a él para que me oyera, se puso de pie y caminó a la barra donde habló con un hombre que llevaba su cabello un poco largo, peinado con la raya al medio. Pude notar que mientras hablaba con Sam sus ojos por momentos viajaban a donde me encontraba, traté de fingir que no lo noté pero era un poco extraño e incómodo, el hombre regresó a donde me encontraba con dos tragos uno me lo entregó y el otro se lo quedó él— gracias— hablé con una sonrisa

—Mi amigo dice que es trago lo hizo especialmente para ti— comentó el moreno

—¿Y que es?— cuestioné algo divertida

—Es un Bloody Mary, dice que seguramente es tu favorito— contó, reí muy divertida ya que no había persona más equivocada que aquel amigo de Sam

—No, esta completamente lejos de lo que realmente me gusta, por cierto ¿cómo se llama tu amigo?— revelé

—Se llama Sebastian Stan— me respondió mientras me guiñaba un ojo, me mordí el labio levemente para ver en su dirección

—Ya vengo —le susurré a mi acompañante él asintió entonces me puse de pie para dirigirme a aquella barra. Pasé por entre las personas con aquel Bloody Mary en la mano, cuando llegué a la barra lo dejé allí un momento

—Hey— dijo aquel hombre acercándose

—Hola Sebastian —dije de forma sexy— gracias por el trago— agregué luego

—¿Y solo viniste a decirme eso? Porque no creo que hayas dejado a Sam solo por eso— habló acercándose un poco a mi para que lo oyera, reí un poco divertida

—En verdad sí, era solo por eso— hablé momentos después

—Al menos déjame tu número— comentó

—No pierdes el tiempo— bromeé

—No cuando la chica es bonita— sugirió mientras me entregaba una servilleta con un bolígrafo. Anoté mi número y se lo entregué con una sonrisa, entonces dije

—No lo pierdas.

—Claro que no, por cierto el labial rojo te queda muy bien— señaló y me sonrojé, luego regresé a mi lugar.

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