3.- ¡𝐄𝐒𝐓Á𝐒 𝐀𝐐𝐔Í! ¡𝐋𝐋𝐄𝐆𝐀𝐒𝐓𝐄!

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La pelinegra se removía en la cama, abriendo los ojos lentamente. No recordaba el momento en que se hubiese quedado dormida.

Al momento recordó todo lo sucedido. Sofía... Alexander... Todo eso le cayó como balde de agua fría.

Vio a Sirius sentado en un lado de la cama, observando algo en sus manos.

—Hola... —susurro ella, acercándosele.

—Despertaste —le sonrió—. ¿Como te sie...?? Agh, que pregunta tan estupida.

—Estoy bien —trato de convencerlo y conversarse así misma.

Sirius asintió entendiendo la situación. Sabía que lo mejor sería no hablar de eso en este momento.

—Mira —le extendió la foto que tenía en manos.

Mostraba a una castaña de ojos avellana, sonriéndole a alguien que no alcanzaba a salir en la foto. Jade ya sabía quien era. Su madre. Su verdadera madre.

—Me gusta mucho esta foto, fue la primera que tuve de ella, James la tomo. Ese día estábamos en la biblioteca y ella hablaba con su amiga —contó—. Fue en tercer año, yo me enojé cuando la tomo.

—¿Por qué? —sonrió.

—Porque no sabia... no quería —se corrigió— aceptar que me gustaba. James y yo entramos a la biblioteca por pura casualidad y la vimos. James sabía lo que hacía, así que le tomo la foto para provocarme y hacer que lo aceptara.

—¿Y si lo aceptaste?.

—De mala manera —asintió.

—Así que caíste muy rápido en los encantos de mi madre —se burló.

—Tú madre cayó en mis encantos.

Ambos rieron.

—¿Puedo preguntar qué es este lugar?... ¿y por qué está tan sucio?.

—Bienvenida a la "sencilla y humilde" casa de los Black —hizo una leve mueca.

—¿Este lugar era tu casa?... No te ofendas pero con tal sólo ver los cuartos párese...

—Bueno, mi familia tenía un pésimo gusto.

—Si, lo puedo ver.

—Bajemos para que puedas saludar a Arthur y Molly.


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—Bloquearon al ministerio, por esa razón no llegó la alerta de uso de magia —decía Arthur—. No tienen ningún registro de aquel momento.

𝐉𝐀𝐃𝐄 𝐘 𝐋𝐀 𝐎𝐑𝐃𝐄𝐍 𝐃𝐄𝐋 𝐅É𝐍𝐈𝐗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora