El cuarto año de Jade había sido un tanto complejo, en todos los sentidos.
Si bien habían cosas las cuales le alegraban que hayan pasado... habían otras las cuales... habían sido algo enredosas.
Sin embargo no se compararía con este año.
¿Su mejor a...
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Los despistes del gigante eran inevitables, provocando que revelara más de la cuenta.
Así como el que había cometido Ron, comprometiendo a Jade a contarle a Hagrid lo que le sucedió a ella en el verano.
Había vacilado unos segundos, pero después consiguió decir algunas cosas con firmeza; aún así sus amigos tuvieron que terminar la historia por ella. Hagrid había llorado al escucharla, y si no fuera porque estaba lastimado, la hubiese abrazado con mucha fuerza.
De esa forma Hagrid había sido convencido de contarles todo sobre su viaje de trabajo junto a Madame Maxime. Una aventura riesgosa.
El domingo por la mañana, Jade y Hermione volvieron de la cabaña de Hagrid temblando ligeramente y con la túnica mojada hasta las rodillas.
—¿Y bien? —les preguntó Ron—. ¿Ya le han programado las clases?
—Bueno, lo hemos intentado —tartamudeó JJ, dirigiéndose a Harry, quien tenía los brazos extendidos para que ella se acurrucara a su lado.
Sacaron su varita, del extremo salió un chorro de aire caliente que la usaron para secar sus túnicas.
—Ni siquiera estaba en la cabaña cuando hemos llegado —dijo Hermione—, y hemos pasado media hora llamando a la puerta. Hasta que vimos que venía del bosque...
—¿Qué tiene guardado allí? ¿Se los ha dicho? —inquirió Harry, haciendo que Jade escondiera su cabeza en el cuello de él.
—No —respondió Hermione tristemente—. Dice que quiere que sea una sorpresa.
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—Es una idiotes —murmuró JJ—. Si yo tan solo hubiera podido hacer algo más...
Jade y Harry estaban en el cuarto del segundo, pues querían estar solos. Jade intentaba calmarlo por la decisión que había tomado Umbridge, porque aún no terminaban de asimilarlo.
Él la abrazo aún más. Jade estaba acostada encima de él, abrazándose mutuamente.
—Pero habrías podido pasar su límite, y ella no pararía hasta expulsarte —respondió Harry.
—No importa... bueno si importa porque en un caso hipotético que lo hubiera conseguido, ya no los iba poder ver a ustedes como antes... Pero todo sea por defender a mis amigos y a mi hermoso novio.
—Pues en ese caso yo no lo hubiera permitido.
JJ hizo una mueca.
—Me molesta mucho de verdad, tenía tiempo que no volábamos en escoba —murmuró JJ en desacuerdo—. Con lo que me costaron.
