EXTRA - (3/3)

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Tres años después.

James estaba sentado en la esquina opuesta del sofá del apartamento de su mejor amigo, Isaiah había estado acurrucado en su hombro toda la tarde, pero se alejó con disimulo cuando el reloj marcó las siete, Nicholas llegaba a las siete y cuarto, al menos la mayoría de las veces. La cosa era que estaba deprimido, algo que no era nuevo, más bien habitual, al igual que la presencia de James a su alrededor cuando se sentía de aquella manera. James le había hecho compañía básicamente todo el día, evitando que tomase de más o que incendiase la casa, realmente el moreno no confiaba en él lo suficiente como para dejarlo solo, mucho menos después de una discusión con Nicholas, por lo que era capaz de dejar su vida a un lado para dedicarse a cuidarlo, y aunque Isaiah se sentía un poco culpable por ello, se lo agradecía.

Se sobresaltó cuando escuchó la cerradura de la puerta siendo abierta, contuvo un suspiro y se encogió en su lugar ante el golpe con el que fue cerrada y miró a James con nerviosismo, el moreno entendió de inmediato.

—¿Estarás bien? —El rubio asintió con parsimonia y dejó que James lo abrasase, sonriendo cuando dejó un par de besos cariñosos en su mejilla—. No hagas ninguna estupidez y llámame si me necesitas, ¿sí? ¿Sabes que te quiero?

—Vete —murmuró sonriendo.

Lo siguió con la vista unos segundos, Nicholas probablemente había pasado de largo hasta la habitación, por lo que con un poco de suerte no se cruzarían. Pero la suerte jamás estaba de su lado. Escuchó el bufido de Nicholas, un murmullo molesto y la puerta cerrándose de un azote. Se acurrucó en el sofá, abrazando a Leo mientras miraba la argolla dorada que decoraba su anular con un resentimiento inconsciente a la espera de que Nicholas apareciera en la sala, con la leve esperanza de que al menos hoy no se comportase como un imbécil. Claramente Nicholas sí se comportaría como un imbécil, lo era, así que no había muchas esperanzas. Siquiera alzó la vista cuando lo vio sentándose en el sofá, aún llevaba la camisa y el pantalón del traje, se distrajo pensando por qué un sujeto tan idiota se veía tan lindo.

—¿Por qué estaba James aquí?

—Mmh... buenas tardes —murmuró con las cejas alzadas aunque sin mirarlo mientras rascaba las orejitas del pequeño minino—. ¿Cómo estuvo tu día?

—Responde.

—Me sentía mal.

—¿Y por qué no me llamaste? —Lo hice, pensó, pero se limitó a alzar los hombros—. No me gusta que esté aquí cuando estás solo, lo sabes.

—Es mi mejor amigo, Nicholas, me sentía mal, no quería estar solo, ¿bien? Déjame en paz.

—No lo quiero aquí. —Repitió ignorando por completo sus palabras, Isaiah asintió en un suspiro—. ¿Qué tienes?

—Jaqueca —murmuró de pie con pesadez—. Hay comida en la nevera... iré a dormir. —Nicholas bufó y lo tomó de la camiseta, tirando de ella para volver a sentarlo.

—¿No piensas comer?

—Ya comí. —Mintió. Volvió a ponerse de pie y caminó lejos del sofá con Leo en sus brazos.

Nicholas no respondió, e Isaiah no esperó que lo hiciese. Era tempano, y aunque tenía hambre, sabía que si se disponía a comer acabaría vomitando o, en todo caso, discutiendo con Nicholas sobre por qué comía tan lento, por lo que decidió ahorrarse las molestias. Además, realmente moría de sueño, la noche anterior no había dormido, había pasado la mayor parte de la noche fumando en el balcón, gran parte de ella hablando con James.

Se lavó el rostro conteniendo las ganas de llorar y de romper el espejo en el que se reflejaba, gruñó al ver su cabello opaco y demasiado largo, casi rozando sus hombros. ¿Cuándo fue la última vez que se había lavado el cabello? Las ojeras oscuras, las mejillas hundidas y los labios partidos, volvió a cubrir el espejo con el lino negro que cubría todos los espejos de la casa hacía un año antes de salir del baño. Había sido un suplicio convencer a Nicholas de que lo dejase cubrir los espejos, pero éste se convenció cuando lo encontró en medio de una crisis intentado despegar el espejo del baño con un cuchillo mientras lo insultaba como si se tratase de una persona.

Sexo y nada más.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora