SABANAS DE SEDA (Yewook +18)

Capítulo 28

Wook voltio, tras el estaba Leeteuk, con una sonrisa malvada en su rostro, se acercó a él peligrosamente a lo cual retrocedió enseguida.

¿Ahora que demonios quieres? – suspiro –

Te dije que serias solo mío… - sonrió – y vengo a reclamar lo que me pertenece – lo tomo de los brazos inmovilizándolo y pegándole a la pared –

Forcejeo, intentando zafarse del agarre del mayor, pero era demasiado fuerte.

No soy ningún objeto para que digas eso y aun que lo fuera, nunca sería de tu propiedad – escupió enojado –

Leeteuk río, mordió su labio y se acercó a él hasta que su aliento daba sobre su cara.

Así… no esperes que tu adorado Salvador vendrá esta vez… como se llama, ¿yesung? – rio – en estos momentos mis hombres se están encargado de él mientras yo me encargo de ti – acarició su cara –

Wook se dio la vuelta para evitar que lo tocará  pero Leeteuk puso un pañuelo sobre su nariz, forcejeo todo lo que pudo hasta que sus fuerzas se consumieron por completo y sus ojos se cerraron.

Yesung movía su pierna nerviosamente, ya era demasiado tarde y wook no salía del colegio, ¿acaso no había ido? Miró su reloj por quinta vez, ya marcaban las 2 de la mañana.

Miró de nuevo a la salida y lo vio despedirse del guardia, suspiro aliviado, ahora más que nunca debía cuidarlo, era muy de noche y algo le podía pasar.

Comenzó a seguirlo a la distancia sigilosamente, pero se dio cuenta que iba a su casa, ese no era el camino que siempre tomaba, se paro en seco cuando noto el camino.

¿Acaso iría a buscarlo?

Sintió algo extraño en su estómago, sonrió, comenzó a caminar más rápido para no asustarlo, mordió su labio, tenía que contener su emoción, pero su distracción le iba a costar muy caro.

Un auto negro cerró el paso, seis hombres bajaron a toda prisa y lo acorralaron mientras le apuntaban con armas, dio un brinco de sorpresa, eso era muy sospechoso, miró sobre el hombro de uno de los hombres y ahí estaba wook, alguien lo tenía contra la pared, intentó correr pero lo agarraron antes de que pudiera moverse.

Déjenme en paz si valoran su vida – dijo tranquilo –

Uno de los hombres Río y le apuntó el arma a la cabeza, corto cartucho y sonrió.

Quisiera matarte yo mismo pero por desgracias el joven quiere hacerlo con sus propias manos – alejo el arma dándose la vuelta – súbanlo

Miró de nuevo sobre él hombro del hombre pero ya no había nadie, sólo veía un auto alejándose rápidamente, se alteró, sus colmillos salieron y sus ojos se hicieron rojo intenso, miró al hombre frente a él y aventó a los que lo sostenían de los brazos.

Se acercó a él y lo tomó del cuello alzándolo.

Te dije que me dejaras si valorabas tu vida – sonrió mostrando sus crecidos colmillos –

El hombre lo miró asustado, varios disparos se impactaron contra su espalda, pero el no sentía nada, sonrió hacia el hombre y encajo los colmillos en su cuello, cuando termino de drenar toda su sangre lo tiro en el piso y voltio hacia los demás, sonrió mostrando la sangre que le escurra por los labios.

Quién es el siguiente… - dijo sonriente –

Se acercó a dos hombres que le seguían disparando hasta vaciar sus cargadores en el.