Hola cariño…
Una suave voz proveniente de la persona que amaba lo despertó, sonrió al sentir el tierno tacto sobre su labios y los lamio, un ligero sabor a metal lo alteró, abrió los ojos de golpe, frente a él estaba una escena que nunca de imagino presenciar.
Yesung con sangre sobre sus labios, sus ojos rojos mirándolo fijamente y una ladina sonrisa se posaba en sus labios mostrando sus colmillos.
Se separó de él de golpe pero su mano lo detuvo.
¿A dónde vas, pequeño? – su sonrisa se amplio dejando ver ambos caninos cubiertos de sangre -
No… aléjate…-se solto y quiso salir corriendo pero un cuerpo frente a él lo hizo detenerse -
Ahora nadie te ara daño…. – lo abrazo protectoramente estrujándolo entre su pecho -
Miró hacia sus pies, en el piso se encontraban cuerpos sin vida y cubiertos de sangre de sus amigos y familiares.
Ahora siempre estarás conmigo y solo para mí…. – no era la voz del hombre que amaba, esa voz tenía maldad, una pizca de soberbia, le daba miedo –
No!!! – se levantó gritando y agitado, había sido solo un sueño –
Miró el reloj del buro a su lado, eran cerca de las 4 de la mañana, se incorporó en la cama y tallo sus ojos, un suspiro involuntario salió de sus labios, sólo había sido un sueño, el sabía que yesung no era así, el era bueno, jamás lastimaría a nadie.
Intentó volver a dormir pero no pudo conciliar el sueño, vio la luz entrar por su ventana y tallo de nuevo sus ojos, estaba cansado, llevaba varias horas despierto, el lo sabía.
Sungmin entró a su habitación y se metió a lado de él tapándose con las cobijas.
Buenos días – dijo adormilado –
Buenos días minnie – bostezo –
Tallo sus ojos una vez más y bajo de la cama, se dirigió al baño, hizo sus necesidades, mojo su cara para que el cansancio en sus ojos no fuera evidente y bajo las escaleras con lentitud hacia la cocina, sin hacerle ruido a Sungmin que se había vuelto a dormir.
Quería seguir durmiendo, le hacían falta varias horas de sueño, pero su estómago rugiente le indicaba que no podría hacerlo, eran poco más de las 9 de la mañana.
Cuando abrió la puerta se sorprendió al ver a más gente de la que normalmente trabajaba ahí, kibum mandaba a algunos chicos y chicas que se movían a toda velocidad en la cocina.
No cariño – suspiro y tocó el puente de su nariz – medio cocer, está carne está casi quemada, no creo que los yernos de la señora lee sean tan exigentes pero quiere dar una buena impresión.
Se sonrojo al escuchar la palabra “yernos” no quería entrar, su estómago rugió al notar como un chico se acercaba a kibum con una bandeja con un corte de carne y diferentes guarniciones, el cocinero probó todo.
Perfecto, terminó ideal, sabes que tu encárgate de hacer la carne – miró a los demás – chicas ustedes de las guarniciones, puré de papá y una ensalada – puso un dedo en su barbilla – si quedara bien, ahora todos afuera, bajaran a desayunar muy pronto les llamaré cuando falte poco.
Todos salieron dejando a kibum solo que se acercó a la cocina y comenzó a cocinar algo de desayuno que olía exquisito.
¿Mama enloquece abecés no creer?
La voz del Sungmin adormilado le hizo pegar un brinquito.
Ah! Me espantaste – toco su pecho – ¿no estabas dormido?
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SABANAS DE SEDA (Yewook +18)
Vampiros¿Crees en la reencarnación? ¿En los vampiros? Ryeowook tampoco lo creía, pero para su sorpresa todo eso existe. Lo creyó muy a su pesar cuando cierto chico de pelo negro, tes blanca, ojos rojos lo salvo. Ahora no queria que se separara de él, que...