XV

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❣️

Al llegar a la Playa Niragi se aleja sin decir a dónde iba, sé que la misión que me ha encargado Chishiya es la de entrar al grupo de militares volviéndome indispensable para el chico al que sigo, algo dentro de mi sabe que eso esta mal pero aparto ese sentimiento cada vez que recuerdo en que lugar me encuentro y el como deseo escapar para volver a mi aburrida vida en el mundo original.

Tomo la decisión de subir al piso de Niragi para esperarlo así que dirijo mis pasos hacia el elevador cuando me topo de frente con Kuina quien recarga su cuerpo en las puertas del ascensor, mantiene los brazos cruzados sobre su vientre y juguetea con el suplente del cigarro.

— ¿Dónde esta? —pregunta elevando la barbilla.

—No lo sé, voy a subir —señalo detrás de ella para que se aparte.

—No estas haciendo las cosas como lo pidió Chishiya —comenta y se endereza para acercarse a mi. — ¿Qué haces? —me escanea de arriba a abajo y retira el objeto de su boca. — ¿Te estas enamorando? —chilla y cubre su boca con ambas manos y me quedo en blanco por un momento.

—No, claro que no —respondo de forma alterada. —Yo, voy en camino a seguir con el plan, esta claro —agacho la mirada y suspiro. —Voy a salir de aquí sin importar que deba de hacer —murmuro y miro a Kuina. —En un lugar como este no debemos involucrar los sentimientos. —paso a su lado y presiono el botón del ascensor, cuando las puertas se abren ingreso a él y giro sobre mi propio eje para darme cuenta de que Kuina sigue observándome. —Esta noche me ganare su confianza, tenlo por seguro.

Cuando las puertas se cierran echo la cabeza hacia atrás y me abrazo a mi misma, debo continuar la tarea que se me ha asignado incluso si eso me lleve a lastimar a los que me rodean; debo seguir a la razón y no al corazón, no me puedo permitir sentir algo por Niragi, no en este lugar.

Al llegar al piso de Niragi camino lentamente hasta la habitación y abro la puerta, las luces están apagadas por lo que procedo a encenderlas y darle un vistazo rápido al lugar; sigue siendo la misma mierda que recuerdo. No hay señales del chico que duerme aquí así que me dispongo a ordenar un poco, levanto las botellas y latas vacías para ponerlas en una bolsa; paso la mano sobre los muebles para retirar el polvo acumulado e incluso acomodo las sabanas de la cama. No sé cuanto tiempo ha pasado desde que llegue a la habitación y aun me encuentro sola por lo que me levanto de la cama y salgo del lugar, el pasillo se encuentra vacío, reviso una por una las habitación del piso pero no hay nadie cosa que es extraña, sé que al menos Aguni siempre se encuentra dando una ronda, pero no es así en esta ocasión.

Troto hasta el ascensor y presiono el botón de la planta baja con desesperación, al llegar a mi destino busco con la mirada a Niragi, no hay señales de él, mientras giro sobre mi propio eje para ubicar cualquier cosa que me una pista de su paradero veo como los demás integrantes de la playa pasan a mi lado de forma casual, es como si fuera una piedra a mitad de un río, no impido que sigan fluyendo las aguas, pero me encuentro ahí siendo un estorbo incluso para el misterioso plan de Chishiya.

— ¿Qué haces? —preguntan y de inmediato detengo mi búsqueda para suspirar aliviada y dar un par de pasos largos y apresurados hacia Niragi, sin importarme quien pudiese verme me paro frente a él y procedo a abrazarlo por la cintura trayendo a mi cuerpo. — ¿Qué haces? —me empuja apartándome de su lado. 

—No es nada —digo y conecto mi mirada con la de él, tiene el ceño fruncido y los labios apretados, algo debe de estarlo molestando. 

No aparto la mirada y un par de segundos después puedo ver como relaja sus facciones y mira a otro lado para después tragar, permanecemos en silencio; veo como mueve su pie izquierdo con nerviosismo y vuelve su mirada a la mía.

Into the MADNESSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora