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Capítulo 38 Broken trust

-¿Estás dudando de nosotros?- cuestionó el pelinegro una vez que las puertas de su nueva oficina se encontraban cerradas, dejando que la sala se llenase de un profundo silencio mientras su mirada confusa analizaba al peli-rosa frente a él- ¿Jimin...?

-Yo no he dicho eso...- murmuró en una respuesta sutilmente baja, haciendo que los nervios de Jeon se elevasen al notar la duda en su voz.

-Pues eso pareciera, Jimin- zanjó- Por dios. Hemos tratado de hacer las cosas más transparentes con ustedes. ¿Realmente nos crees capaces de tomar una decisión como esa sin decírselos siquiera? ¿Aun sabiendo que eso los afecta también?. Es simplemente absurdo

Y Jimin lo sabía.

Sabía mejor que nadie que Jeon no le ocultaría algo como eso... pero, ¿cómo esperaba que reaccionara al verse envueltos en tantos rumores y tensión en tan poco tiempo?.

En las últimas semanas, específicamente tras el regreso de Kai y Hwasa, todo alrededor del grupo parecía haber experimentado una sacudida de 8.9, una que tan solo había resentido el suelo que pisaban, volviendo cada lugar que pisaban, una mina oculta.

Sí, probablemente aquello sonaba de lo más loco e ilógico... pero se había vuelto un hecho, cuando se dieron cuenta de lo sensible que era la confianza entre todos... mucho más cuando habían llegado a poner en duda cada palabra y juramento que en algún momento habían hecho.

Tal vez aquella tensión había dado comienzo en aquel incomodo instante en el que Kai pudo observar brevemente la forma en la que Nam-joon sostenía a Jin desde la cintura, algo que se había desvanecido en un pestañeo, permitiendo que el Alfa se acercara al menor para besar sus labios con efusividad... dando el primer golpe de la noche.

Tras ese breve instante y una sutil sonrisa forzada, el ambiente rápidamente decayó, dando paso al segundo golpe... específicamente a aquel proporcionado por la Alfa, misma que había hecho tambalear cada idea creada por los Omegas durante toda la convivencia con los Alfas.

"-... Saben algo... puedo entender su concepto de proteger a su equipo. Pero matar a uno de los lideres del grupo de transporte marítimo, tan solo unos minutos después de su salida del círculo, solo por una pelea en el Club. Es sumamente absurdo..."

Si bien, el simple hecho de saber que Hwasa y Kai habían sido informados de lo ocurrido en el Club y que estos ya se encontraban de vuelta en Corea, ya les ocasionaba una gran sorpresa, lo que había terminado por hacer colapsar la mente de los menores, fueron aquellas palabras tan frías pronunciadas por la morena.

"Matar a uno de los líderes"

Era lo único que hacía un eco profundo en la mente de los menores, ocasionando que, inevitablemente, su mirada recayese en los Alfas, buscando una respuesta a la pregunta no pronunciada, pues lo único con lo que podían relacionar aquella frase, era lo sucedido con Hwan... el único Alfa con el que se habían reunido en el club... y el único Alfa que había ocasionado el mayor caos en la historia de aquel lugar.

Tal parecía, Hwan había sido atacado poco después de salir del club, siendo confiscado por las fuerzas de la policía, todo objeto rescatable del incendio... algo que tan solo jodió más la situación, pues, entre las múltiples pertenencias encontradas, un inquietante portafolio negro fue lo primero que llamó la atención de todos, no únicamente por su aspecto ileso y perfecto aun tras la explosión y el incendio, sino por el contenido que los oficiales encontraron al abrir el candado desbloqueado.

Ahí, completamente ilesa, una lista de las próximas entregas tanto marítimas como aéreas de drogas y armas, se alzó a vista de todos, creando un caos en el bajo mundo al verse obligados a frenar toda producción y mercadeo... algo que, por supuesto, rápidamente había colocado al grupo de Killers en la mira de los demás miembros del círculo.