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Capítulo 9 Encuentro Parte 2

Aun sentado sobre aquella barandilla de piedra, perdiendo su mirada en los contenedores de metal que inundaban la terminal, Jimin no paraba de morder su dedo con evidente frustración.

Durante aquellos últimos meses, específicamente desde que aquel Alfa había apareció en su camino, sus planes con las nuevas mercancías, poco a poco comenzaron a verse interrumpidas bajo la presencia de los Alfas.

Poco le había importado a los Omegas las primeras provocaciones de aquellos chicos, disfrazando los "inconvenientes" con "casualidades" que los había reunido con dichos jóvenes. 

No obstante, los días comenzaron a convertirse en semanas y las semanas, naturalmente se transformaron en meses. Tiempo suficiente que los Alfas aprovecharon para hacer y deshacer cuanto quisieron en el camino de Jimin y los demás. 

Las constantes peleas en los muelles o en las vías subterráneas, habían iniciado a cansar al Omega, quien ya no solo miraba aquello como una perdida en ganancias y poder, sino que ya era un ataque directo a su orgullo... más al recordar aquellas palabras que el pelinegro le había dicho en su más reciente encuentro, cuando, en un descuido, en un maldito instante, este logró percibir sus feromonas en el aire.

"En medio del forcejeo, con la oscuridad dominado el embarcadero, Jimin sintió como el chico lo azotaba contra una de las láminas de metal, bloqueando sus brazos e impidiéndole utilizar la cuchilla que su mano derecha sostenía.

-Para ser tan pequeño... tienes una maldita resistencia de apreciar- jadeó el Alfa a través de la máscara negra, dejando que sus palabras ahogadas cayeran cerca del oído del menor... así como una profunda inhalación- Tú...

Sin permitir que el pelinegro terminase su frase cargada de sorpresa y confusión, Jimin logró colocar una firme patada en su costado, distrayéndolo lo suficiente para alejarlo con un nuevo golpe y poner una distancia considerable entre ambos.

-Carajo... vaya que eres fuerte... No había conocido a ninguno así- susurró el Alfa con un ligero toque de gracia mientras limpiaba por sobre la tela, la sangre que escurría de sus labios- En verdad es una sorpresa...

-¿"Así"?... ¿"Así" cómo? - gruñó el Omega a través de su mascarilla blanca.

-Un Omega- jadeó Jeon- Solo había conocido a Sigmas con tal fuerza...

-¿Y que te hace pensar que no lo soy?

-Oh vamos. Esa pregunta es un poco tonta...

-En ese caso. No te será difícil explicármelo 

-Tu aroma... El aroma de un Omega siempre será más dulce que el de un Sigma- explicó mientras comenzaba a caminar alrededor del menor, mismo que no apartó su mirada ni un segundo de los orbes dorados que le analizaban con ímpetu- El aroma de un Sigma es más... característico. Un poco ácido, dulce pero profundo y fuerte. Mientras que el de un Omega siempre será dulce, sin notas agrias... A no ser que estén molestos

Una pequeña risa escapando de los labios del mayor, ocasionaron un fuerte estrago en la mente del menor, quien, sin tan siquiera pensarlo, ya se encontraba desenganchando su arma del cinturón de su pierna, apuntando sin miedo al chico frente a él.

-¿Qué es tan gracioso?

-¿En verdad no lo notas?. Para ser quien me estuvo jodiendo los planes las últimas semanas... No eres más que... un cachorro- comentó con gracia el pelinegro, obteniendo un claro gruñido como respuesta- Un cachorro bastante malhumorado

-¿Eso crees?

-Eso creo... Aunque me sorprendió que pudieras pasar a una forma de lobo como aquella...- admitió- Eres más fuerte que el promedio. Lo admito... Pero sigues siendo un cachorro