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Capítulo 22 ¿Tú?

⚠️Cap largo⚠️

¿Cuánto tiempo más tenía que pasar para que aquel sentimiento se disipara?... para que, tan siquiera, el dolor y el remordimiento menguaran un poco.

No tenía la mínima jodida idea... pues probablemente, jamás lo haría.

Tal vez eso, era su castigo al cometer aquella falta hacia sí mismo, hacia su Alfa y hacia toda su familia.

Lo merecía, era evidente... pero aquello, comenzaba a simplemente ser demasiado.

Los días pasaron desde aquel encuentro con el Alfa, en el pasillo frente al departamento.

RM no había hecho el intento por contacta a Jin y este, por supuesto, tampoco lo hizo.

Nada había cambiado.

Sus actividades continuaron siendo las mismas, monitoreaban las decisiones de cada grupo, se mantenían al margen de todo y tan solo mandaban a alguien a vigilar fuera cuando era necesario.

Sí, probablemente, en ese instante, tenían más relevancia que antes... pero ¿de qué servía si todo dentro de su vida parecía igual?

Los Omegas se centraban en custodiar cada movimiento de los diferentes grupos de la mafia, planificaban una alianza y concretaban citas donde Kai era el intermediario.

Joder, en ese momento eran el centro de atención de todos con tal mercancía en sus manos... y, aun así, no parecía importar, pues la mente de los Omegas, tan solo podía girar en torno a una sola cosa, y era el grupo de Alfas que se mantenían aislados en el departamento sobre ellos.

No obstante, aun cuando aquella preocupación se mantenía prendida en su cuerpo, las llamadas o mensajes, seguían sin ser una opción para ellos... y mucho menos para Jin, el cual, para ese instante, ya se encontraba hundido en un inmenso poso de desesperación.

La necesidad de saber sobre el Alfa, solo le carcomía el alma con cada día que pasaba, algo que... era tan solo el reflejo de lo que ocurría con el mayor.

Durante todos esos días, Nam-joon no podía evitar torturarse con lo sucedido aquella noche, tan solo, no podía apartar el recuerdo de su mente... aquel jodido instante en el que sus labios se encontraron por primera vez con los del Omega, y la dulzura y la acidez que solo aumentaban el dolor en su cuerpo, sumergiendo a RM en un constante cumulo de desesperación y malestar, donde su lobo no paraba de gruñir en su interior y aullar por las noches en sones desgarradores, buscando por cualquier medio que su dolor llegara al Omega, cosa que, sorprendentemente ocurrió... más no parecía haber cambiado nada.

Y la verdad era que... Nam-joon no lo culpaba.

Jin le debía respeto y fidelidad a un Alfa, un Alfa que, por más que les doliera a los lobos de ambos, no era Nam-joon, y eso, era algo que el lobo del mayor necesitaba entender, sobre todo si querían que las cosas funcionaran en su tan reciente equipo...

Necesitaba que su lobo comprendiese que todo aquello, había sido solo obra de su celo latente... aun cuando tuviese que metérselo en la cabeza por las malas.

Fue así, que lentamente Nam-joon buscó desprenderse de todo recuerdo, contactando a algún Omega por medio de sus hombres antes de encerrarse con él en alguno de los departamentos contiguos, aspecto que, evidentemente, no pasó desapercibido por el grupo de Omegas, los cuales, habían sentido aquel aroma dulce y asfixiante recorrer los pasillos del edificio, perdiéndose en el quinto piso y explotando en una marea tormentosa mientras se enlazaba con el aroma de Nam-joon.

Sí... habían sido los últimos días más horribles para el lobo de Jin... ¿pero que más podía hacer cuando este mismo sabía que era lo mejor?.

Por más dolor que las acciones del Alfa le causaran, Jin sabía que lo ocurrido entre ambos, no podía ser considerado más que un error garrafal en su vida... un error que, muy internamente, no quería borrar de su memoria, pues, por más indebido que hubiese sido, y por más absortos que estuviesen en el aroma del otro... Jin aún quería mantener la sensación cálida de la piel del Alfa sobre su cuerpo, aquella sensación dulce sobre sus labios y el sonido de sus respiraciones acompasándose en medio del beso.