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Capítulo 29 Broken Rules (HopeV)

Desde que puso un pie dentro de aquel Club, Tae había tratado de mantener la calma y la cordura, buscando concentrarse únicamente en la diversión del momento, aunque, evidentemente, ni su estado de ánimo ni su lobo, lo dejaban fácil.

Durante la mayor parte del día, el Omega se había concentrado en distraerse de todo, sus agendas estaban vacías hasta el fin de semana donde debían de reunirse nuevamente con Jessi y el equipo de la zona Oeste, así que, inevitablemente, tendría bastante tiempo... mucho tiempo para pensar y volver a caer en su mismo pensamiento de siempre.

Extrañaba al frío y distante Alfa... extrañaba como loco a Jung Hoseok... y lo peor era que él, no tenía ni idea y probablemente, no le importaba una mierda.

Desde aquel día en el club, específicamente, tras lo que Yoon-gi había dicho, algo parecía haber cambiado a su alrededor.

Hoseok, sorpresivamente se había alejado sin decir nada, sin dedicarle tan siquiera una simple mirada cuando se encontraban, prestando su total atención únicamente a las cosas que debían de cumplir día tras día, mientras Tae lentamente enloquecía por encontrar una respuesta, una simple señal que explicara la actitud del Alfa hacia él, algo que, al final, lo había orillado a buscarlo en cada oportunidad, lo que, evidentemente, no tuvo éxito alguno.

El Alfa simplemente se había apartado, le había dejado como todos lo hacían... como los Alfas normalmente le dejaban.

Y si era honesto... ya estaba cansado.

Estaba más que harto de ser desechable para todos... y dolía como una mierda. Dolía hasta el grado de despertar entre sollozos, mientras su lobo se estremecía de dolor en su interior, aullando incontrolablemente ante la idea de que Hoseok, al final, había sido igual que todos... había sido un jodido Alfa que lo desechó después de tenerlo para él.

-Esto es una mierda...- gruñó para sí mismo, revolviendo el interior esmeralda de su copa, para poco después, dar un sobo al néctar dulce y embriagador, deseando que el alcohol borrara el sentimiento amargo de su pecho.

Algo que, al paso de las horas, por lo menos logró cumplir por un instante.

En algún momento, el alcohol había sido tanto que Taehyung comenzó a desvariar, bailando con cualquiera que se le acercaba, permitiendo que estos, depositaran algún beso a gusto sobre su cuerpo, a la par que las caricias subían de nivel.

Poco a poco, el resto de la noche, se volvió borroso y confuso, sabiendo únicamente que su próximo recuerdo, fue el estar besándose con alguien en los baños del lugar, mientras las manos contrarias se perdían en su cuerpo.

En realidad, a esas alturas, poco le importaba quien era aquel chico, o si lo único que podía sentir en medio del beso, era un inmenso asco y dolor en lo más profundo de su pecho, sin alguna presencia de placer o satisfacción.

Sí, para el Omega, aquello no tenía ni la más mínima importancia, siempre y cuando le ayudara a ignorar por un momento, lo que era su desastrosa vida.

Al sentir las manos contrarias comenzando a ejercer presión en su cintura, un claro aullido de su lobo se hizo presente, a la par que los besos comenzaban a cambiar de dirección, subiendo por su cuello y aspirando muy cerca de aquella zona sensible, haciéndole entrar en pánico, cuando una pequeña mordida fue depositada en su piel.

-No hagas eso- pidió Tae, alejando el rostro del rubio de su cuello.

-Lo lamento- sonrió el chico- ¿Realmente no te importa hacerlo aquí?

No, no importaba.

No importaba dónde fuera o con quién fuera... o si era la primera vez que lo hacía sin estar bajo la influencia de su celo, con un completo extraño.