Capítulo 23 Que inicie la competencia

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-Jungkook... - gimoteó el Omega, aferrándose al cuerpo que le sostenía contra aquella pared húmeda del callejón, sintiendo claramente las caricias repartidas en su cintura, levantando ligeramente la tela ajustada de su playera negra, haciendo aquel contacto más directo mientras los besos constantes y profundos del pelinegro, continuaban marcando su cuello en una perfecta línea húmeda y caliente.

Poco le importaba el tiempo que llevaban de aquella manera, devorándose mutuamente mientras las piernas del peli-rosa se enredaban elegantemente en la cadera contraria, teniendo un mayor ajuste entre los brazos del Alfa, permitiendo que la música del interior del edificio, acallara los gruñidos y gimoteos de ambos, pues, lo únicamente relevante en esos momentos, era la majestuosa sensación de placer que les recorría cada centímetro de piel, erizándolos cual adolescentes urgidos de sexo.

¿Cómo carajos habían llegado a ese punto?

¿Por qué el menor había permitido aquel intimo contacto?

¿Qué diablos había hecho cambiar tanto las cosas, en tan solo cuestión de días?

Tal vez todo había iniciado aquella tarde donde los tres Omegas se plantaron frente a Nam-joon, diciéndole que se irían del edificio.

Sí... seguramente todo había comenzado en ese instante.

"-¿A qué se refieren con que se van?- cuestionó Nam-joon sin apartar la mirada de los Omegas que le esperaban en la sala de aquel departamento- ¿Se han vuelto locos?

-Al contrario. Es nuestro juicio lo que nos lleva a hacerlo- admitió Jin sin atreverse a encarar al mayor por más de algunos cuantos segundos, algo que se volvía más y más insoportable conforme su nariz captaba aquel intenso aroma.

-Debe de ser una jodida broma. Creí que todo había estado yendo bien entre nosotros como equipo, que...

-Nam-joon, por favor. No queremos que nos mal entiendas- habló Jimin al notar que Jin no podía pronunciar palabra alguna- Esto no tiene nada que ver con algún problema o con que se vaya a desintegrar la alianza

-¿Entonces que significa todo esto?- cuestionó Suga al colocarse sobre el borde de la mesa, mirándoles sin entender en su totalidad lo que ocurría.

-Esto también lo hacemos por el equipo... por el bien de todos- murmuró Jimin.

-¿Qué?....

-Nam-joon, tú mismo lo has dicho. El deber de un equipo es cuidarse mutuamente y eso es exactamente lo que queremos hacer

-No te comprendo...

-No queremos que nuestra presencia aquí les afecte- admitió el castaño, ganando una mirada contrariada por parte de los tres Alfas frente a él- Sé que somos un equipo, pero, créanme que no queremos ser un problema para ustedes... Yo... no quiero significar un problema cuando aparezca nuevamente su... amiga

Ante aquella frase, el grupo de Alfas no pudo evitar mirarse, comprendiendo al instante de quien se trataba.

-Hope me ha comentado de ello hace un tiempo-admitió Jimin, comenzando a jugar con sus dedos mientras organizaba de la mejor forma, las palabras en su cerebro- Yo.... ya le he causado muchos problemas a Jungkook como para todavía ocasionar uno con su novia

-¿Te has encontrado con ella?

Una vez que la pregunta, rodeada de cansancio y rasgada con un severo tono de molestia, cayó en los oídos de los chicos, ambos grupos no pudieron evitar desviar su mirada al pelinegro que ingresaba al lugar desde el pasillo que llevaba a las habitaciones, vistiendo únicamente los pantalones deportivos negro, dejando que la palidez de su piel, se reflejara totalmente en su abdomen descubierto.

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