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Capítulo 43 ¿Amistad rota?

Departamento de Kai, Seúl, Corea del Sur

3:12 p.m

-¿Estás loco, Jin?- gruñó Tae, levantándose con rapidez del sofá mientras miraba sin entender al castaño, mismo que no se había atrevido a mirarle desde que comenzó a hablar, algunos minutos atrás- No...

-Tae...

-¡No pienso hacer eso!- cortó el peli-azul- ¡No porque tú quieras escapar significa que yo haré lo mismo!. Por dios, Jimin. Di algo

Al desviar su mirada, Tae pudo notar como el peli-rosa se mantenía en su postura inicial, refugiado en una esquina del sofá sin decir una sola palabra.

-No me lo puedo creer... En serio que no

-Taehyung. No podemos seguir aquí- murmuró Jin, terminando por cortar el ultimo hilillo de paciencia en el menor.

-No... Tú no puedes seguir aquí por tu maldito orgullo- siseó Tae, logrando que al fin Jin le encarara con una expresión fría.

-Tae...

-No, Jin. Deja de generalizar esto. El que decidió esta estupidez fuiste tú... quien está queriendo escapar de esto eres tú. No nosotros... Al menos no yo

-Taehyung, entiéndelo

-¡No, entiéndelo tú!. Nuestra maldita existencia es un caos constante. El que ahora venga Siwon...

-Significa ponerlos en riesgo a ellos también- zanjó Jin- Significa que Siwon está lo suficientemente loco como para lastimarlos a ellos si nosotros nos quedamos. ¿No se te hace muy extraño que poco después de encontrarse con nosotros, casualmente llega a atacarnos en una de las entregas más importantes con la mafia japonesa?. Nos estamos poniendo en riesgo... y los estamos arriesgando a ellos también

Por un breve momento, el silencio se instaló en la fría sala, haciendo que toda aquella presión y estrés que los había invadido durante la última semana, posterior a su salida del hospital, inevitablemente se alzara en ello, sincerado sin necesidad de una sola palabra, todo lo que sus dañados corazones ya habían tenido que soportar.

Al notar como Tae no decía nada, durante un fugaz instante, Jin creyó que el menor al fin había caído en cuanta de lo que significaba quedarse en Seúl, terminando por convencerlo de marcharse con él, algo que, por supuesto, había resultado ser una cruel mentira de su mente.

Tras algunos segundos, una risita dolida y sarcástica logró llamar la atención de ambos Omegas, observando con sorpresa al peli-azul que parecía estar al borde del llanto, completamente desesperado y molesto ante lo que había escuchado.

-Los desconozco... en verdad que sí...- murmuró Tae, encarando fríamente al castaño frente a él.

-Tae...

-No puedo creer que ustedes sean los mismos chicos que conozco desde hace años... mis amigos no son así- aseguró- No son unos idiotas y cobardes que solo escapan al primer problema que se les presentan

-Taehyung- llamó Jimin en una advertencia baja, anticipando lo que saldría de los labios de su amigo.

-Mis amigos no son unos mentirosos- gruñó, logrando inquietar a ambos Omegas y haciéndolos callar al instante- Estoy cansado de ver en lo que se han convertido en los últimos meses. Acumulando mentira tras mentira, engañándolos a ellos y engañándose a sí mismos en el proceso, sin importarles volverse miserables con eso

-... Eso no es...

-Deja de aparentar, Jin- le cortó cansado, dejando salir un pesado suspiro- Kai no está aquí para que sigas con este estúpido jugo. Cuando esté él, puedes buscar convencerlo de cualquier estupidez, pero conmigo no es necesario eso