Crime and Punishment - melolcatsi

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Nota del autor: La audiencia está programada y Harry se siente aliviado de poder volver por fin con sus horribles parientes muggles. Probablemente.

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El fic no me pertenece. Es una TRADUCCIÓN de 'Crime and Punishment' de melolcatsi.

* Link del autor: https://archiveofourown.org/users/melolcatsi/profile
* Link del fic original: https://archiveofourown.org/works/24102232

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El baño estaba limpio. Harry no pudo evitar mirar el espacio transformado durante un buen rato inmediatamente después de subir las escaleras. Snape no sólo lo había limpiado por arte de magia, sino que lo había abastecido con toallas nuevas a juego, e incluso había llegado a colocar una pequeña colección de artículos de aseo en la encimera.

Harry supuso que el hombre se había cansado del estado de la habitación y, como Harry ya no necesitaba ser castigado, la había arreglado.

Incluso había arreglado las cañerías, según descubrió Harry, después de casi escaldarse al subir el agua caliente al máximo. Por supuesto, había sabido que no debía hacer nada con los artículos de aseo de Snape; no eran restos de residentes anteriores y probablemente no estaban destinados al precioso Niño-Que-Vivió, aunque estuvieran colocados de forma atractiva en la encimera. Já, probablemente Snape lo había hecho a propósito, sólo para tener algo por lo que gritar después. Así que se quedó con los restos de la vieja pastilla de jabón, que no estaba tan mal. Era mejor que nada.

Pero no había más toallas disponibles, así que Harry se deleitó con la enorme toalla de baño de color verde mar que encontró colgada en el perchero. Un pequeño consuelo, pero Harry sabía que le vendrían bien más de unas cuantas, teniendo en cuenta lo mal que le estaba yendo todo últimamente.

Se secó rápidamente, haciendo todo lo posible por mantener todos sus pensamientos enredados detrás de un muro en su mente. El incomprensible comportamiento de Snape. Este... 'castigo'. Su indulgencia a la luz de ese horrible interrogatorio....

Que se joda Snape. Que se joda el hombre... lo que sea. Lástima, aunque Snape lo negara. Era pena, al fin y al cabo, porque ¿qué otra cosa tendría Snape, el terror nacido del infierno de la casa Slytherin, andando de puntillas alrededor del pobre Harry Potter, mandándolo a ducharse y a acostarse temprano después de haber sido tan descaradamente irrespetado? Dios, Snape ni siquiera parecía enfadado. Irritado, sí, pero si Harry se hubiera puesto delante de él en cualquier otro momento y hubiera tenido los cojones de decirle, a la cara, que había hecho algo sólo porque odiaba a Snape, sólo para cabrearlo, Snape lo habría enterrado. Un millón de puntos por la falta de respeto, detención hasta los treinta años.

No un baño y leer en la cama.

Harry se vistió rápidamente, apartando una vez más todos esos pensamientos. Unos pocos días más. Hoy era miércoles, el juicio era el viernes. El viernes por la tarde volvería a casa de sus adorables parientes, donde sería abiertamente despreciado. Donde sabría exactamente qué esperar.

Allí no cometería el error de volver a pasar demasiado tiempo fuera de casa. Se quedaría encerrado en su habitación todo lo posible, aunque eso le volviera absolutamente loco. Y se esforzaría por borrar de su mente todo recuerdo del tiempo pasado con su odiado profesor.

Volvió a su habitación, sacó un libro de texto de su baúl (Herbología esta noche) y se acomodó en la cama. La pesadez de la ropa de cama era un extraño consuelo después de haber tenido que conformarse con un revoltijo de ropa. Incluso había varias almohadas para acolcharse y apoyarse en ellas, un lujo que nunca se había permitido en casa de los Dursley.