Angstcember-[Multishipp & Multifandom]

Día 25: Visita |Doruk x Demir-Doctor Milagro|

Titulo: No Quiero Dejarte…

Fandom: Doctor Milagro.

Pareja: Doruk x Demir.

-Angstcember del grupo Club de lectura.

-Día 25: Visita.

Advertencias:

•Canon divergente.

•Posible Ooc en algunos personajes.

•Angustia, muerte de personaje.

•Los personajes no son míos, hace parte del guion de la novela Turca: Doctor Milagro. Que al mismo tiempo esta novela, es una adaptación al drama surcoreano, Buen Doctor. escrita por Pınar Bulut y Onur Koralp, producida por Medyapım junto a MF Yapım para Fox Turquía.

Resumen:

Esta navidad para Demir sería muy diferentes que las demás… porque el ya no estaba.

•Capítulo Único•

Al principio no se llevaban bien, podría ser por el choque de sus carácter o porque en esos momentos Demir no estaba atravesando una situación nada fácil. Cuando Doruk llego al hospital con su extraño sentido de humor, el padre de Demir había muerto y recién estaba atravesando una rotura con su novia Açelya. No era una etapa de su vida fácil, además de estar en el hospital y en la empresa al mismo tiempo, no era fácil.

No entendía cual era el motivo para que Doruk mantuviera haciendo bromas e incluso en las peores situaciones, hasta en la muerte del doctor Adil salió con sus bromas fiera de lugar.

Mientras pasaba el tiempo a Demir ya no le parecía tan molesto, aunque a veces Doruk soltaba sus bromas con sus segundas intenciones para hacer fastidiar a los demás o decir verdades envueltas de bromas. Y la presunta bancarrota del hospital era algo que si o si iba a pasar, todos los residentes e inclusive Doruk, quien parecía alguien que no le importará nada de eso, pero no fue así.

Hasta se había unido con ellos para armar un plan para que no los despidiera. A la final decidieron trabajar por la mitad del suelo a cambio que no los despidieran. Demir al ser rico y poseer un par de propiedades por herencia de su padre. Una de ellas la ofreció para que los demás residentes vivieran sin pagar alquiler, solo los servicios, cosa que aceptaron, menos Ali quien decidió mudarse a un lugar más económico pero tener su propio espacio y las otras propiedades no las podía rentar, ya que se encontraban fuera de Estambul o de Turquía.

Doruk quedo afuera ya que era propiedad, no tenía las habitaciones suficientes, cosa que a Demir se le vino una idea a la cabeza.

—Puedes vivir conmigo —sugirió ante la sorpresa de Doruk.

—Tu no me soportas. —Se burló por tal disparate según Doruk, pero al ver la expresión de Demir supo que no estaba bromeado—. ¿Lo dices en serio? —preguntó sin poder creerle.

—Muy en serio, tómalo antes de que me arrepienta. —Le apresuró a que aceptará.

—Esta bien, no tengo problema —aceptó estrechando manos con el otro.

Y fue en ese momento que todo empezó. Al principio era constantes indirectas que ninguno de los dos, notaba que las lanzaba ni lograban captarlas de todo. Su convivencia para la sorpresa de ambos, no era un campo de batalla, antes era todo lo contrario; se divertían y pasaban tiempo agradable juntos. Demir pudo ir conociendo un poco más a Doruk y viceversa, hasta que empezaron hacerse bromas que solo ellos dos podrían entender.

Un día cualquiera cuando los dos estaban solo en las casilleros del hospital, Doruk miraba mucho a Demir con curiosidad e insistencia, mirada que sintió encima Demir que al voltearse se encontró con Doruk, lejos de molestarle le causó fue curiosidad de porqué su mirada. Los dos se quedaron mirándose en uno al otro.

Fue Doruk el primero de dar unos pasos hasta que quedó a una poca distancia de Demir, los dos son altos así que sus rostro quedaban súper cerca. Ninguno de los dos entendía tanta tensión entre los dos pero al tiempo ese dejé de curiosidad, Doruk al ser más arriesgado, tomo a Demir de los hombros y corto toda distancia entre los dos.

Doruk había besado a Demir…


Fue toda una sorpresa para los dos, por parte de Demir al ser besado y Doruk por tener ese impulso.

Desdé ese día pasaron varias semanas, donde no se hablaban. Cada uno estaba organizando sus pensamientos porque a ninguno le disgusto ese beso, antes todo lo contrario… les habían gustado.

—Que loco, gustarme un hombre —comentó irónico Doruk para si mismo.

—Es extraño —dijo Demir a su espalda, sentándose a su lado.

—Lo normal es que golpes o me insultes —sugirió Doruk riéndose por su propia sugerencia.

—Lo es, pero me gusto para mi desgracia —aceptó dejando sorprendido a Doruk.

Se quedaron mirándose un rato para luego soltarse a reírse de esa situación tan irónica, una vez que dejaron de reírse empezaron hablar como hace poco antes del beso. No tenían que decir más nada, todo había quedado claro, así es como los dos se entiende.

Se gustan y están en una relación.

Solo ellos dos podrían entenderse de ese manera tan rara, así son ellos y solo ellos se entiende.

Decir que su relación no duró mucho era decir mentira, tres años juntos en secreto. Tres años donde Doruk paso de ser residente a un doctor y Demir se dedicó a la empresa de su padre, al no poder llevar dos cosas al mismo tiempo.

Su relación fue algo extraña pero la sabia llevar muy bien, entre normas y momentos para reforzar su relación. Demir nunca llego a pensar que estaría en una relación con Doruk, con quien se habían llevado algo mal a sus principios pero le hacia feliz, eran felices así que lo demás no importaba.

No fue mucho cuando Doruk, empezó a tener episodios y dolores de cabeza, sabia que Doruk había estado en el ejército y disparado en la cabeza… Demir volvió a ser doctor, no podía quedarse de brazos cruzados viéndolo como sufría día a día por eso pero…

Un día en pleno veinticinco de diciembre… Doruk había muerto, tuvo un derrame cerebral junto a otras complicaciones y…murió.

No había día que no le recordará, que no se lamentará porque jamás vio su problema, nunca se dio cuenta de lo que le pasaba y eso le había sentir culpable.

—Para que estudie medicina… —Se cuestionaba con culpa.

Había armando el árbol de navidad decorándolo con luces y otros adornos, solo por Doruk… a él le gustaba esas épocas y al arreglar el árbol que los años cuando estaban en vida, los dos lo armaban juntos…

Cinco años han pasado de su muerte…


Aún le dolía… aún le amaba y aún le recordaba.

Demir se quedó dormido en aquel sofá cubierto con una sabana como todas las navidades, sin llegar a sentir la visita de Doruk que siempre le hacia en esas épocas.

—Sigues igual de cuando me fui —dijo Doruk, su voz sonaba como un susurró y eco.

Paso sus dedos por los cabellos de Demir, quitándole los lentes que tenía para dejarlo en la mesa junto al libro que estaba apunto de caer, sabia que no lo estaba leyendo sino que lo tenia como un adorno entre sus manos.

No quería irse y Demir no quería dejarlo ir, era por eso que siempre venia esas fechas sin falta, esa misma razón es por la cual después de la muerte los dos tenían ese vínculo inquebrantable. Lo extrañaba pero sabía que no podía volver… por más que quisiera, no podía…

—Quisiera poder quitar esa tristeza… —Lo ultimó que quería Doruk, es ver sufrir a Demir por él.

Si en su mundo le concedieran un deseó; desearía que Demir se olvidará de él.

Se le quedó mirando por un largo rato, notando como alrededor de los ojos estaban hinchados y rojos por tanto llorar… después de cinco años, Demir aún lo lloraba, sólo podía tocarlo un poco, pero no podría abrazarlo ni podía ser visto…

A Doruk eso no le importaba con tal de poder visitarlo para verlo como estaba, eso le bastaba para saber como sobrelleva su pérdida como amaría volver estar a su lado… pasaba sus dedos por el rostro de Demir, extrañando aquel tacto y ese calor natural que desprende el cuerpo humano… cada cosa de Demir, le extrañaba tanto.

—Se fuerte… volveré en un año —diciendo eso, se empezó a ir mientras observaba a Demir dormir.

Cada año el veinticinco de diciembre, en noche de navidad visitaba a quien amo en vida y que esperaba verlo bien cada vez que iba a verlo pero… seguía igual, sintiendo su muerte.

Una parte egoísta de él tampoco quería que lo olvidará pero al tiempo le dolía verlo llorar… ojalá pudiera reunirse en otra vida. Una vida donde los dos sean felices y que él no tuviera anda en su cabeza que le impidiera seguir viviendo.

Fin.