Día 14: Capullo |Manigoldo de Cáncer x Albafica de Piscis|

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Titulo: Rosa Roja.

Fandom: Saint Seiya/Caballeros del zodiaco/Saint Seiya: The Lost Canvas.

Pareja: ManiAlba (Manigoldo de Cáncer x Albafica de Piscis).

-Angstcember del grupo Club de lectura.

-Día 14: Capullo.

Advertencias:

•Au(Mundo alterno).

•Posible Ooc en algunos personajes.

•Angustia, almas gemelas.

•Los personajes no son míos, son de Masami Kurumada.

Resumen:

Siempre tuvo que vivir con aquel sufrimiento de no tener a su alma gemela consigo…

•Capítulo Único•

 

Era apenas un niño cuando sintió un dolor en su pecho, un dolor como si le quemara algo tanto en su piel como por dentro. Albafica era un niño huérfano así que nadie se preocupaba por él, mucho menos le iban a prestar atención cuando se quejaba de aquel dolor que a veces, ni respirar bien podía.

A medida que fue creciendo notó como un capullo de una rosa roja crecían en su pecho; su flor favorita. Siempre se miraba al espejo, pero se fijaba más en lo que tenía en el pecho, aquel capullo que dejó de crecer a cumplir sus 18 años pero que seguía doliendo y nunca más floreció.

Amaba mucho las flores desde que era un niño, siempre las diferentes plantas le producían calma pase a todo el tormento que vivía en aquel orfanato; le golpeaban, a veces ni comía y le dejaban dormir a afuera con tan solo la pijama puesta. Siempre culpó a sus padres por haberlo abandonado en aquel fatídico lugar.

—No florecerás hasta que la encuentre… —dijo para si mismo, mientras tocaba aquel capullo de la rosa roja en su pecho.

Vivía con una enorme tristeza que aumentaba con el pasar de los días, habían noches que solo de la pasaba llorando y en ocasiones no sabia porque era tanta su desdicha, la que sentía era como si pudiese sentir el dolor y sufrir de su alma gemela.

Por suerte pudo entrar a la universidad a sus 23 años, después de tanto esfuerzo que le tocó para poder estudiar medicina. Albafica a pesar de todo, es alguien fuerte y positivo con todo. No era quien mostraba su dolor y su sufrir, siempre se lo reservaba, no quería que las demás personas lo vieran con lástima o le tratarán diferente solo por su historia.

En la universidad conoció a muchas personas y entre esas tantas, una de ellas le llamó mucho su atención; un chico algo extraño y tenía la pinta del típico, busca problemas. Pero ambos se hicieron amigos.

Manigoldo…

 

Tardó un par de días en poder recordar y pronunciar bien el nombre de aquel chico. Extrañamente entre más pasaba tiempo con él, su pecho dolía y poco a poco el capullo iba floreciendo.

—Él es mi alma gemela. —No podría creerlo, aquella persona que siempre estuvo esperando era un chico, no le molestaba pero si le sorprendía.

Mientras que aquel capullo florecía, su pecho dolía más y aquellas emociones que eran ajenas a las suyas, las sentía a flor piel… siempre veía a Manigoldo sonriendo, haciendo bromas y demás cosas pero jamás triste o dolido, una enorme nostalgia lo afligía cada día, una nostalgia que era perteneciente a Manigoldo.

—¿Qué me miras, Rosa? —preguntó Manigoldo al sentir tan penetrante la mirada de Albafica. El apodo que le decía por cariño era rosa por su afinación a estas mismas.

—Nada… solo que siempre te ves bien —respondió tratando de sonar causal.

—Mmmm, ¿Eso tiene algo de malo? —Albafica negó con su cabeza.

Era algo descabellado si le decía que ambos son Almas gemelas y que podría sentir todo lo que otro albergaba en su ser… no podía, ni le creería.

Entre más pasaban los días, más asfixiante se volvía en vivir con aquellos sentimientos y emociones, hasta que llegó el día que la flor término de florecer por completo pero ese mismo día, todo su cuerpo ardió como si le estuviera arrancando la piel al rojo vivo… y lo sintió, como su alma gemela abandonaba la vida.

Como hubiese amado que los dos se dieran una oportunidad, como amaría poder ayudarlo en lo que sea que estuviese pasando, como amaría tantas cosas que la final no pudo hacer ninguna… solo tuvo que saber sobrevivir en la vida que le tocó y con la condición que nació, entre más sentía como su alma gemela abandona aquel mundo, su flor poco a poco empezaba a marchitarse junto a las demás rosas rojas de su jardín.

—Por lo menos te pude conocer… —Fue el último aliento de Albafica, pensado en Manigoldo.

Hace unos momentos Manigoldo se encontraba conectado a varias máquinas, su flor que ya estaba completamente abierta empezaba a perder la vida… y si, Manigoldo supo desdé el primer momento que lo vio que Albafica era su alma gemela, podría sentir lo del otro, podía oler su aroma a rosas rojas… todo en Albafica es hermoso y divino pero… jamás se lo dijo para no darle más dolor, a Manigoldo si le explicaron con mucho más detalle sobre su condición, sabia que en el momento de uno de los dos morir, él otro también le seguía y eso lo lamenta mucho…

—Perdóname, mi rosa… —El último aliento de Manigoldo, pensando en Albafica, esperando que en otra vida puedan amarse sin la necesidad de una condición se almas gemelas.

Fin.

Angstcember-[Multishipp & Multifandom]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora