Día 26: Duelo |SasuHina-Naruto|

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Titulo: El Frío De Tu Cuerpo.

Fandom: Naruto.

Pareja: SasuHina

-Angstcember del grupo Club de lectura.

-Día 26: Duelo.

Nota: El Prompts de este día era no utilizar nombres, sino pronombres hasta el final.

Advertencias:
•Posible Ooc en algunos personajes.

•Primera persona/Punto de vista de Sasuke Uchiha.

•Canon Divergente.

•Angustia.

•Personajes no son míos, son de Masashi Kishimoto.


Resumen:

Aún recordaba su frío cuerpo en sus brazos mientras veía su alma irse de ese mundo…

•Capítulo Único•


No sabía si aquello con lo que nací, es un don o una maldición. Tenia suficiente con el Sharingan que nací para que también tenga la habilidad de ver el tiempo de vida de las personas… mis intereses siempre fueron superar a mi hermano y obtener el orgullo de mi padre, nunca en cosas románicas, ni amigos…

Pero un día la vi a ella, entrenando en el clan Hyuga. Me dio curiosidad cuando la vi enfrentándose con su hermana menor y este misma le gano.


¿Acaso no los hermanos mayores son superiores a sus menores?


Al parecer no era así, la vi llorando después que su padre la despreciara y como su pequeña hermana quiso acercarse pero a ella también la regañaron. Algo en mi quería ir para limpiarle esas lágrimas pero algo me detuvo… fue ahí donde vi su tiempo de vida..


Ella moriría a sus 16 años.


Tan joven y tan hermosa… no era justo. Seguí viéndola mientras lloraba, vi como se puso de pie y empezó a entrenar por su propia cuenta…

—Es fuerte, entonces porque… —Hable para si mismo, sin entender del todo porque no mostraba determinación a pelear cuando se ve que tiene potencial.

—No todos queremos ser Shinobi. —Una voz me hablo a mi espalda.

Me gire a ver quien era, y es mi hermano mayor. En su mirada note algo que no lo había hecho antes y es… tristeza, su mirada es llena de melancolía como si no amará lo que hace.

En aquel entonces no entendí lo que hablaba, él siempre decía cosas en claves y yo era muy pequeño para entender… pero al poco tiempo de ese momento, mi hermano se fugó de la aldea… los rumores empezaron a llover por todo los lados y todos eran falsos, nadie sabia porque se fue… para nunca volver, solo me dijo esa misma noche que siempre me iba a proteger dejando una carta para que la leyera cuando fuera mayor.

Esos días estaba triste, no quería hablar con nadie, ni siquiera estar compitiendo con mi amigo-rival, hijo del cuarto Hokage.

—No… estés… triste… —Esa misma del clan Hyuga, me extendió algo que pude ver era una caja con unos bocadillos de tomate.

Tartamudeaba y se le notaba nerviosa, no sabia en que momento se había fijado en mi, nunca nos hemos hablado y apenas la otra vez vine a saber de su existencia, ni sabia como ella sabia sobre mi fusto de los tomates o era solo casualidad… me daba curiosidad, no lo voy a negar pero…

—Gracias. —Tome la caja para ponerme de pie y hacer una reverencia de agradecimiento para luego irme.

Podría ver el tiempo de vida de las personas, más jamás podría ver el futuro de ellas. No llegue a imaginar que en ese momento iba ser el inició de algo bonito entre los dos…

Conforme pasaba el tiempo, mi atención se fue desviando de mis prioridades para sumarle a ella.

Tan bonita, tan tímida y dulce… ella es perfecta ante mis ojos, entre más hablábamos iba viendo como poco a poco ya no tartamudeaba al hablar cómico e incluso tenía la dicha de verla sonreír.

Un día cuando teníamos los 15 años, nos besamos. Ella se puso roja como un tomate y yo acariciaba sus cabellos negros con reflejos azules, nuestros cabellos se parecen en esa tonalidad de color aunque los de ella, se puede notar más aquellos reflejos…

Los dos empezamos una relación que al principio éramos algo torpes, yo no tuve un guía sobre edad cosas y ella tampoco, pero poco a poco los dos fuimos aprendiendo sobre las cosas de una relación.

Cuando me le quedaba mirándola fijamente, mi corazón dolía... Al ver el momento de su muerte que no faltaba mucho. Se me había olvidaba que iba a morir a sus 16 años y no faltaba mucho para eso.

Mis días se volvieron lúgubres y mi mente una tormenta… no sabia que hacer para impedir su muerte… yo la amo con mi alma, no creo poder vivir sin ella… es mi todo, lo único real que tengo ahora.

Mi hermano se fue, mi madre murió y mi padre… solo le importa el poder, ni se acuerda que tiene un hijo más… ella es todo lo que tengo en mi vida.

Deje de querer ser fuerte para enorgullecer a mi padre y pase a querer ser fuerte por ella… porque un día me confeso que no le gustaba pelear, no le gusta matar, ni alzar su mano para lastimar a otros, así que yo la protegería con mi vida… sería fuerte para protegernos a los dos y ella no tuviera que hacer lo que no le gusta… quería una vida tranquila para ella, pero iba a morir.

A veces ella me preguntaba que me pasaba, pero no podría responderle que era porque estaba viendo cada día más cerca su muerte… no podía.

La cuarta guerra Ninja llegó junto a ello, mandaron a todos los activos al campo de batalla… no quería que ella fuera… iba a morir y lo sabía.

Maldije a quienes se interpusieron en mi camino, maldije a mi padre por retrasarme, maldije a los altos de Konoha por mandarla al campo pero sobre todo… me maldije a mi mismo por no impedir su muerte…

Me rehusó en aceptar que haya muerto, voy corriendo a su dirección mientras su cuerpo se va desplomando. Activo mi Chidori y acabo con los enemigos en menos de nada, caigo de rodillas para tomar a ella entre mía brazos…

Sus bellos ojos cuan perlas parecen, su piel suave, sus largos cabellos similares a los míos… su sonrisa débil tratando de tocar mi mejilla… me maldije por no detenerla o algo para que esto no le pasará…

—Se feliz… por favor… —dijo en su voz suave y casi sin fuerzas.

Su vida se iba entre mis brazos… y no podía hacer nada tan solo mirarla como se iba de este mundo, su cuerpo pasando al cálido que normalmente son los humanos a un frío aterrador… mis ojos ardían mientras brotaban lágrimas… había despertado el Mangekyō Sharingan.

La abrace contra mi cuerpo empezado a gritar por mi dolor… todo este tiempo que negaba a creer en su muerte… me negaba a creer en mi habilidad ocular… me negaba a tantas cosas pero mi subconsciente sabia que esto iba a pasar pero yo no lo aceptaba. Un duelo mental estuve desde que la vi por primera vez y ver su día de la muerte… fue peor cuando me enamoré de ella…

Hinata Hyuga, había muerto en mis brazos sintiendo el frío de cuerpo que su alma ya no estaba en este mundo.

Fin.

Angstcember-[Multishipp & Multifandom]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora