¿Qué pasaría si?

Arrepentimiento, la herida en mi corazón no sanará.

Aclaración: UA en donde Hari si se casa con Joham. 

Aclaración: UA basado en la primera vida de Hari, una en la cual no regresó al pasado y se casó con su prometido.

Sinopsis: Hoy es el día más triste en la vida de Eugine. El día en el cual Hari camina hacia el altar.

¿Qué clase de sentimientos invaden su conflictivo corazón?

¿Qué pasaría si?...

Arrepentimiento, la herida en mi corazón no sanará.

Hoy era el día más doloroso de mi vida. El día en el cual el amor de mi vida caminaba al altar, sonriéndole dulcemente al hombre que le espera al final del camino. Hoy es el día de felicidad para la familia, o al menos de la parte del novio. Para nuestra familia, es un día de oscuridad.

¿Cómo es que las cosas terminaron de esta forma?

¿Hay algo que pueda hacer como último obsequio a ella?

No. No lo hay. Solo un profundo sentimiento de arrepentimiento por estos veinte años de tortura infinita hacia una niña inocente que recibió en silencio nuestras palabras de odio, resentimiento e incluso irá hacia la deidad que nos arrebató a nuestra hermosa Arina.

Aún recuerdo el día en el cual ella llegó a casa. Era un día como cualquier otro. Padre y madre regresaron de un viaje al centro del imperio. Pero no llegaron solos, sino en compañía de una pequeña niña, idéntica a Arina, mi hermana menor, quien murió a la corta edad de siete años, un par de semanas atrás. Hari, como mis padres la presentaron, se mostró tímida alrededor nuestro, siempre con la mirada hacia el suelo, disculpándose por el más mínimo error, fuese suyo o no. Ella, quien lentamente se sumergía en la soledad, cortesía del maltrato de mis hermanos menores. Cabel y Erich.

El tiempo, transcurrió. Y nuestros padres perdieron la vida. Mis hermanos lloraron la perdida y Hari perdió a las únicas personas que la protegían en la mansión. El verdadero infierno, comenzó. Y duró veinte años, hasta que logré encontrar un matrimonio adecuado para ella. Uno en el cual su esposo le proporcionaría un poco del amor que mis hermanos y yo no logramos transmitir con sinceridad, debido a la herida en nuestro corazón a causa de la muerte de Arina.

Y aquí estoy de vuelta al presente. Uno en el cual ella acepta frente a Dios a su nuevo esposo, un hombre de nobles sentimientos que amará a Hari como yo nunca podré expresar en voz alta.

La voz del sacerdote, finalizando la ceremonia con el clásico beso de los recién casados, heló mi corazón. Ella cerró los ojos y la suave caricia llegó a ella en un instante. Aún en la distancia, puedo jurar el sonrojo en sus pálidas mejillas. El brillo de felicidad en su mirada. La sonrisa en sus pequeños labios.

El besó finalizó y la sonrisa en Hari al recibir un gesto de amor por parte de su ahora esposo, creció. Ella bajó por los escalones de la mano de su esposo y continúo el trayecto sin siquiera mirar a un miembro de la familia. No es de sorprenderse, considerando la forma en la cual la tratamos todos estos años.

Ella caminó, en compañía de Joham, su esposo, hacia la salida de la iglesia, en dónde varios invitados lanzan flores blancas hacia la bella pareja de recién casados. Después, al final del pasillo, un carruaje los esperaría, adornado con rosas blancas, lazos blancos y dirigido por un cochero. Este carruaje los llevaría a la fiesta realizada en honor a la pareja y al final del día, la noche de bodas se culminaría. El cuerpo casto y puro de Hari le pertenecerá a ese hombre hasta que la muerte los separé.

Y así fue. La fiesta, organizada meticulosamente por la familia del novio en conjunto con Hari y mis hermanos menores. Decoraciones de color blanco, bellamente colocadas en lugares estratégicos y resaltando la belleza del lugar. Comida exquisita en cada mesa, bebidas de alta calidad, repartidas por meseros expertos en su labor.