¿Qué pasaría si?

Encuentro entre la doncella plateada y el caballero de sangre escarlata.

¡Bienvenidos sean a un nuevo episodio de "¿Qué pasaría sí?"! en donde todo puede suceder. Aclaraciones: El nombre del duque Ernst no recuerdo que sea mencionado, por lo que escribí todo en cada uno de sus diálogos. La madre de Hari, Elizabeth, es la hija de un marqués del imperio de Obelia, el cual estaba en contra de la relación de su hija con Félix y cuando se enteró de su embarazo huyo al imperio en donde vive la familia Ernts, en donde se desarrolla "Cuidado con esos hermanos", dando a luz a Hari en decadencia dado que su padre la expulsó de la casa al dar a luz a una niña. 

¡Ahora si, comencemos!

....

Hari es una plebeya que perdió a su madre. Félix es un caballero que perdió al gran amor de su vida.

¿Podrá este encuentro funcionar? ¿Podrá Hari tener su final feliz en compañía de su padre?

Encuentro entre la doncella plateada y el caballero de sangre escarlata.

Tan pronto como Eugine la dejó atrás, un sentimiento extraño invadió el pequeño cuerpo de Hari. Sinceramente, la decisión de Eugine la tomó por sorpresa. De los tres hermanos, Eugine es quien la trató mejor, al no atacar directamente a Hari. Él, quien prefirió ignorar el acoso que Hari recibe por parte de sus dos hermanos, Cabel y Erich. Eugine siempre se mantuvo al margen, sin intervenir, observando en silencio el comportamiento de sus hermanos menores hacia la más pequeña de la familia.

Hari, al descubrir que ha sido dejada atrás por él, se sentó en una caja de madera que encontró y se sumergió en sus pensamientos. De repente, una sombra sobre ella llamó su atención y levantó sus ojos violetas hacia el sol, encontrando su visión bloqueada por un apuesto hombre. Él tiene el cabello corto y dorado con flequillo que cubre los ojos azul joya, un rasgo único al parecer. Es alto, de hombros anchos, extremidades largas y una figura bien formada. Cabe aclarar que viste un uniforme militar oficial, completo con una levita cruzada decorada, una capa forrada de piel, pantalones y botas.

Hari abrió los ojos, sorprendida por el majestuoso hombre frente a ella. El hombre alto, por el contrario, mantuvo su mirada fija en la pequeña frente a él. Ella embozó una sonrisa nerviosa, al no saber cómo tratar con aquel hombre que le recuerda a un príncipe azul al rescate de la damisela en desgracia.

— ¡Su majestad!

La voz de un hombre hizo que Hari reaccionara y apartara la mirada de tan apuesto espécimen masculino. El hombre miró en dirección opuesta y Hari siguió la mirada, encontrando a un caballero acercándose a ambos con una expresión de cansancio por perseguir al rubio príncipe.

—Félix.