ESE DEMONIO ES MIO

3

ELIZABETH

Hace una semana...

Smith es como la verson de Jason Momoa pero en traje ajustado y al parecer con una impresionante capacidad de investigador, insistió en vernos en algún lugar cercano y cómo en ese mismo momento estaba inmersa en los pendientes de A&H decidimos vermos ahí mismo pero eso no importa, ahi estabamos todos Rose, David, Elice y yo esperando tener alguna respuesta coherente del comportamiento de James  y ya que  Steve lo llamó para que investigara a fondo dónde podía ir James y él porque se iría.

Porque para mi seguía sin tener explicación sus acciones hasta que Smith me dio audio y video de todo, pero aún me sorprendió mucho que dijera:

—Esta en Corea del Sur en un restaurante Coreano tradicional haciendo Kimchi—dijo Smith muy serio.

—¿Qué?—dije yo.

—Lo seguimos como pidió—explicó Smith— al principio pensamos que seria un restaurante cinco estrellas pero en realidad es algo pequeño y local cuando directamente le preguntamos por su vida y sus acciones él...

—Se golpeó la cabeza y olvido quién es cierto...—me adelanté yo.

—No señorita; eso no pasó. —dijo Smith apenado.

—Entonces—pregunto yo con un nudo en la garganta.

—Me enseño su pasaporte, me dijo su nombre completo de quien era hijo, abuelo y todo concuerda pero cuando mencioné su nombre señorita...

—¿Que, que pasó?—pregunto con una mala sensación en las entrañas.

No quería saberlo bueno...sin duda tenía que saberlo.

—Él dijo que sabía perfectamente quien era usted pero que no la vería y no regresaría.

—Oh—dije suspirando.

Algo se rompió en mi estómago tragué saliva y me supo amargo hasta llegué a pensar que algún órgano se me hubiera reventado, de pronto sentí la urgencia de sentarme, así que lo hice quedando frente a frente a dónde estaba sentado Smith.

Y en alguna parte de mi cerebro mi cuerpo siguió con el protocolo.

—Gracias Smith —dije poniendo una sonrisa— mándame el costo de tus honorarios y te mandaré un cheque de inmediato, ya veo porque Steve te tiene tanta confianza sabes hacer un trabajo de calidad y lo hiciste en tan sólo una semana.

Luego él mismo me dejo en la mesa las fotos y el video que probaban lo que acababa de decirme.

Las miré todas, con todos atrás de mi mirandolas sin lugara a equivocaciones Steve se paseaba por la habitación, David y Elice no se movieron de donde estaban pero me seguían viendo muy fijo veían no me quitaban los ojos de encima, Rose se sentó a mi lado y tomó mi mano.

—Quisiera decirle algo más si me lo permite señorita; a solas.

Por la cara que puso decidí hacerlo, era serio.

—Nos dejan solos por favor Rose, Elice, Steve a—articulé— David.

Cuando por fin y con cara de asombro los dos se paran de las sillas y tras cerrar la puerta, es que se anima a hablar.

—¿Que querías decirme Smith? —digo poniendo las manos una sobre la otra.

—Conocí al señor Hammer cuando él la buscaba a usted cómo usted ya sabrá y...

—¿Y que Smith? —digo pues parece que le cuesta encontrar las palabras.

—Es sólo que créame en este trabajo he visto de todo muertes, desapariciones, amantes y engaños pero cuando él me mando a buscarla a usted señorita él realmente la amaba.