ESE DEMONIO ES MIO

21

ELICE

Desperté en la cama con David.

¿Que estaba haciendo? Que éramos en este momento, ¿porque me importaba tanto?

La cabeza me daba vueltas por los acontecimientos de ayer y sí, habíamos pasado un muy buen momento en Paris y ayer habíamos bailado, bebido y... habíamos tenido muchos momentos juntos...

Momentos en los que me imaginaba a David y a mi juntos, que podíamos estar juntos de verdad mucho tiempo más; pero ahora que había llegado la mañana así de repente no sé nada, no sé que estoy haciendo, no sé si el siento algo por mi o sólo es cosa de una noche o quiza es como las personas comienzan a salir, a tener citas como la gente normal; salir temprano a desayunar  o ir de compras juntos...

Y pienso en Elizabeth  y en James y veo lo que su amor puede hacer, lo que una relación sin control sin tiempo juntos, sin nada controlado me hacen pensar, me hace dudar y me dan ganas de vomitar asi que voy al baño tan sólo de pensar en el estress al que Elizabeth a estado impuesta.

No, de repente no se me antoja nada de eso; nada de nada.

Uso el baño y veo por la ventana del baño aventuro que son pasadas las ocho, desde aquí detecto el sol caliente y la brisa fresca que llega, respiro.

Yo he podido siempre sola, no hay porque cambiar eso.

Termino de usar el baño para después verme al espejo, estoy despeinada, en boxers con una camiseta extra grande y descalza, oigo un ruido lo espío y David aun duerme suspirando apretando una almohada a su lado.

Además no es como si David y yo estuviéramos sólo divirtiéndonos, sólo somos dos personas de menos de treinta años que no quieren una relación; claro pero que de vez en cuando quieren algo de sexo, no es como si ya fuéramos ahora mismo...nada.

De repente suena un teléfono y es un tono que conozco bien (el de Liz), lo escucho algo lejano asi que salgo del baño busco por las sabanas y lo encuentro debajo de mi almohada, es una llamada de Rose y como David aun duerme justo al lado camino hasta la sala, y ya en uno de los sillones y me sientó allí y contesto.

—Tengo noticias—me dice de inmediato Rose al otro lado del teléfono.

—Rose—contesto—soy yo.

—¿Elice? —me contesta algo sorprendida.

—Así es, Liz dejó su teléfono. —digo.

—Eso responde mi duda del porque no me ha llamado para hacer sus movimientos en la bolsa de valores como cada mañana. —contesta algo triste.

—¿Pasa algo? te escuchas...—digo.

—No oyé, dime mejor que ha pasado por allá. —dice Rose.

—Bueno ha pasado de todo, la boda fue ayer y pero lo importante es que ya encontramos a James .

—¿En la boda o como? cuéntamelo todo—pregunta intrigada, y como aún no veo ningún movimiento en la habitación hablo bajito.

—Ayer—empiezo a decir— justo llegamos a la boda y cuando me di cuenta los vi besándose y justo después saliendo por la puerta principal.

—¿Y luego? —pregunta ella.¿salir a donde?

—No lo sé, se fueron en el auto de "recién casados" todos enloquecieron después sabes; bueno todos menos los novios de alguna manera los vi tranquilos, luego en medio de la salida encuentro su celular y bueno estamos en el hotel de la fiesta; no se si preocuparme y te iba a llamar pero supongo que saber que no te ha llamado contesta la pregunta.