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ELIZABETH


Empecé a ir a la pista de carreras todas las mañanas porque me limpia la mente. Ponía mis Airpods a todo volumen con "The Foo Fighters o The Score" a todo volumen y por la tarde escuchaba en la oficina libros en emprendimiento para nuevos empresarios, para el fin de semana salir a algun restaurante o concierto sólo quería encontrar alguna parte del mundo dónde no me conocieran; después de todo tenia los Sabados y Domingos ya núnca estaba sin hacer nada.

Entendí que todo este tiempo había pospuesto cosas que había querido hacer y en vez de eso había dejado todo para convertirme en una versión que no terminaba de convencerme.

A veces ni me reconocía a mi misma.

Porque sabes... en algún punto te pierdes y todo lo que ves alrededor es problema tras problema y deseas que venga alguien a solucionarlo todo mágicamente ¿pero sabes qué?, nadie vendrá.

Todo lo que tienes es a ti misma, porque bueno es un nuevo día y tienes otra oportunidad.

Pero en fín estoy en la oficina leo los mil mensajes de mi madre me a dejado tras estar lejos de las dos oficinas, ya en ello suena el teléfono y es Elice diciéndome:

—Tengo en la línea a Nathan Culppeper y quiere que le dé una cita por el asunto de tus impuestos personales. —dice ella aunque hay algo que noto en su voz y aún no sé qué hacer, así que digo:

—Pásamelo. —digo decidida a que puedo con todo pero veamos una cosa a la vez, pero Elice dice:

—Solo quería la cita, no tienes que hablar con él...—dice ella.

—Pásamelo por favor. —repito.

—Si jefa—mmm talvez lo que tiene es estrés ya es hora de comer o no sé si es algo más.

—Nathan—digo contestando el teléfono.

—No te has olvidado de mi—dice él confiado ahh hace mucho que no escuchaba su voz.

—Sé quién eres Nate. —digo, mientras pienso para mi "sólo fuiste mi novio toda la universidad".

—Quería preguntarte que día puedo pasar por tus depósitos bancarios y facturas para hacer el primer balance de tu año fiscal. —dice él llendo directo a los negocios.

No tengo nada planificado para mañana asi que "al mal paso darle prisa".

—Mañana a eso de las cuatro, por cierto ¿ya te casaste Nate? —no sé porque lo digo pero sólo lo digo.

Hay una especie de silencio y luego una risa:

—Amm no, no estoy casado, —después se ríe— te veo mañana entonces a las cuatro si te parece bien.

—Es una cita—termino yó. — es lo que hacen los ex, te sacan de tu zona de confort.

—Claro hermosa, nos vemos. —dice él por fin colgando.

—Hay no puede ser! —dice Elice entrando por la puerta.

—¿Estabas escuchando atrás de la puerta? —digo.

—No cambies de tema, estabas coqueteando con ese—me grita señalando el teléfono.

—No es "ese" es Nathan y lo conoces. —pero ella continúa:

—Y como lo conocí te digo esto, no conviertas una cita de negocios en algo más.

—¿De que te preocupas?, no fue nada enserio no te preocupes. —digo mientras pongo los papeles que ya revisé.

—Recuerdas porque no me agradaba Nathan—dice ella en modo "mamá activado".

—Ya sé, lo prometo la cita será solo de negocios. —le digo aclarándolo.

—Si ya no te acuerdas de cómo te ponías por ese idiota...—dice ella a gritos, pero me paro y le digo:

—Elice quiero que me dejes sola por favor. —ella me dá una mirada enojada y después sale refunfuñando de mi oficina.

—Si jefa. —dice azotando la puerta.

Inhalo y exhalo un montón de veces y decido que tengo demasiados pendientes y carpetas para un solo escritorio así que acerco el otro escritorio y los junto para hacer una línea del tiempo en la que vea por etapas lo que ya hice y lo que necesita que lo ponga en los pendientes.

Es que a veces Elice pasa de ser mi amiga a ser mi madre en cuestión de segundos y directamente no necesito nada de este estres adicional, si yo misma recuerdo cómo era antes y lo sé he cambiado; aunque después pienso que mírame aún estoy esperando algo...que no va a suceder tal vez no he cambiado lo suficiente.

Cuando eramos niñas Elice siempre fue la responsable y yo la que se metía en problemas, "cuando nos escapamos de la escuela", "cuando nos pintamos el cabello de rosa y rojo fuego", "cuando nos metieron a prisión" bueno pero siempre salimos juntas de todo.

Digo la conozco como si fuera mi alma gemela, sabe todo de mi, sólo que tal vez en estos comentarios estamos muy en la zona que no sabemos definir entre el trabajo y la amistad.

Bueno me encargaré de Elice más tarde, ahora mismo tengo una crisis por las marcas de maquillaje que piden ver nuestros laboratorios para cerciorarse de que no se usen animales en sus pruebas.

Y todo es un caos pues mi madre si lo hacía hasta que se volvió políticamente correcto que ningún conejo, perro, o rata fuera lastimado sin razón por beneficios de belleza.

Y tras mi presidencia lo cambié, ya no se hizo.

Pero aún así los periódicos están en plan "pero antes lo hacían bestias de dos caras" así que no puedo preocuparme por más de lo que éste desastre pase, cuando por fin se demuestre todo con evidencias forenses.

Lo cual tarda.

Y sé lo que voy a hacer, crearé una línea nueva libre de pruebas en animales, que sea compatible con el medio ambiente para demostrarles a todos que es posible mantener la calidad y ser amable con el medio ambiente, aunque si necesitaré el apoyo del consejo y la liberación de capital suficiente así que sí, debo ir a ver a mi madre.

Lo que he evitado todo este tiempo; pero aun así no logro quitarme de la mente a Elice es que ella cree que yo...con Nathan...no, para nada núnca.

Jamás...o tal vez...

ESE DEMONIO ES MIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora