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ELIZABETH


Lo siguiente que supe fue que alguien se acercó y me distrajo de James.

—Hey al fin los vemos juntos. —dijo Tony con Jenn de la mano.

—Hola—dijo Jenifer.—Al fin nos conocemos dijo salundandome.

—Es un gusto— dije apartando algún rastro de lagrimas en los ojos.

—Ya quería conocerte, James no para de hablar de ti, oye pero estas bien...—dijo Jenn.

—Tenemos que hablar pero en algún sitio privado, —dijo James.

—Creo que en la terraza o en un piso superior en alguna de las habitaciones. —dijo Tony jalando a Jenn de improviso para seguir bailando.

—Gracias por eso hablamos después. —dijo James.

—¿Que estas haciendo?—pregunté al ser jalada por su mano en dirección a las escaleras.

—Necesitamos hablar—dijo él.

—Hablé con Monike. —dije en tono serio.

Sólo eso necesitó, se paró en seco a media pista y me volteo a ver y se paso ambas manos por el cabello.

—Ahh no puede ser...

—¿Es cierto vas a tener un bebé con Monike? —pregunté pero apenas las palabras salieron de mi garganta.

—¿Crees que te engañaría? —respondió susurrando.

—Tiene exactos tres meses de embarazo el mismo tiempo que tu te has ausentado.

—No se como explicarte eso.

—Por favor —dije enojada—sólo quiero que lo niegues, que lo que ella me dijo no es verdad y que invento todo.

Se jaló el pelo y manoteó.

—No puedo porque es más complejo de lo que crees. —dijo.

—Una sola pregunta James ¿es o no ese tu bebé?

—Yo no lo sé, es que...

Mi corazón se rompió lo pude sentir, mi corazón y mi cuerpo querían que todo esto fuera solo mentiras pero ahí estaba el solo diciendo ¡NO LO SÉ! que demonios significaba eso.

—Es todo—dije negando y dando pasos lejos de él—me largo, — vi la salida y me dirigí a ella, — hazte cargo del bebé, se muy feliz pero jamás vuelvas a dirigirme la palabra.

Su cara cambió y vi como articulaba palabras pero no hacia ningún sonido.

—No estas escuchándome Liz ahora mismo no estas escuchándome. —dijo queriendo tomar mi mano.

—¿Que más tengo que escuchar? lo feliz que vas a ser, por eso lo dejas todo conmigo ¿no? 

El se ahogaba en explicaciones y yo dije:

—Yo no puedo con eso, podría con un millón de cosas pero que tu tengas un hijo de alguien quien se portó como una idiota no, ella jamás te amo de verdad y tu...sólo ya no puedo verte.

Salí corriendo pero los tacones no ayudaban, de pronto sentí como me levantaban y ponían en brazos me resistí pero James me tenía al estilo bolsa de papas sobre su espalda patalee tanto que casi nos caemos, mi cara goteaba con lágrimas que ansiaban caer sin control seguí gritando mientras veía que nos habríamos paso entre gente que no paraba de vernos.

—¡Déjame en paz! —dije viendo a todo al revés. —¡sueltamé!

—Solo tenemos que ir a donde no nos estén observando. —dijo acomodándome sobre su hombro, salimos al aparcamiento y al puro estilo cavernícola me dejo dentro de un carro descapotable rojo, en la parte trasera, grite e intenté salir pero ya estaba arrancando el auto y yo podía estar furiosa, con lágrimas hasta el cuello pero no quería saltar de un auto en movimiento más aun dándome cuenta que en el proceso se me había desacomodado el vestido y se me había caído un zapato.

ESE DEMONIO ES MIODonde viven las historias. Descúbrelo ahora