Donde Wonwoo reúne a sus tres ex novios para una misión sumamente importante... ¡Ser sus "caballeros de honor" en su boda!
El problema empieza con que los tres chicos, no son realmente amigos y de hecho se odian un poco porque claro, nadie quiere se...
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—¿Por qué no le regalas algo que pueda usar para hacerte feliz? Como lencería por ejemplo– Seokmin alzó un diminuto calzoncillo de encaje en color negro desde el área de ropa interior femenina.
Jun sintió que sus mejillas ardían cuando las mujeres que se encontraban en la misma zona giraron a verlos. Tomó a Seokmin del brazo y lo arrastró lejos de ahí.
El centro comercial estaba hasta el tope y no le sorprendía, estaban a menos de una semana de año nuevo.
—Te traje conmigo para que me ayudes a comprarle algo que de verdad le guste no para que me avergüences delante de todo mundo– reclamó.
—¿Qué tiene de vergonzoso que regales ropa interior? Mi tía me regala boxers de Doraemon desde los siete años y sigue haciéndolo hasta la fecha– Seokmin no entendía el problema.
Jun decidió que haber llevado a Seokmin con él había sido pésima idea, debió haberle pedido ayuda a Wonwoo o a los gemelos Yoon aunque seguro éstos últimos tampoco serían de gran ayuda. Consideró la idea de pedirle ayuda a Soonyoung pero desde que su mejor amigo se había conseguido pareja lo había dejado medio olvidado.
—No quiero que piense que quiero solo sexo– continuó tras un momento —la idea es comprarle algo que lo haga feliz.
—Créeme, él sería muy feliz saltando sobre tu polla. Sería tan feliz que hasta lloraría de la emoción.
Jun sintió su cara caliente, las personas alrededor estaban demasiado cercas como para poder escucharlos. Los pasillos y tiendas departamentales estaban tan congestionadas que la única manera de avanzar era empujando a la masa de gente.
—No eres de ayuda– negó —quizás le regale un libro, había uno que quería en especial. Es el último de su saga favorita y lleva un año esperándolo– comentó Jun, deteniéndose frente a una tienda de libros.
—Que aburrido– Seokmin lo vio alejarse hasta pasar al interior de la tienda.
—Creí haber reconocido tu escandalosa voz en medio de tanto desastre– exclamó una voz conocida.
Prácticamente el pene de Seokmin reaccionó antes que el resto de su cuerpo. Cuando giró a ver de quién se trataba ya se sentía medio duro. Joshua estaba ahí enfundado en una elegante chaqueta costosa. Seguía tan atractivo como antes e incluso mas, su complexión aún era un poco intimidante pero lo hacía resaltar del resto.
—¿Qué haces tú aquí? ¿No deberías estar en Tokio?
—Estoy de visita por los días festivos– el otro hombre sonrió coquetamente —es bueno encontrarte por aquí. Quieres ir a tomar algo
Seokmin se cruzó de brazos.
—Solo quieres llevarme a la cama de nuevo.
—Cierto– asintió Joshua —aquella ocasión durante la boda me dejó con ganas de mas. Pero también es cierto que quiero invitarte a tomar algo. No solo pienso con la polla ¿sabes?
