Capítulo 23

1.2K 134 32
                                    

Cuando Minghao era pequeño su abuela solía decirle que se encariñaba demasiado con las personas a su alrededores y por eso sufría cuando era tiempo de despedirse

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Cuando Minghao era pequeño su abuela solía decirle que se encariñaba demasiado con las personas a su alrededores y por eso sufría cuando era tiempo de despedirse. Jamás podría haber estado mas de acuerdo con eso.

Su abuelita siempre fue sabia pero a pesar de eso nunca fue capaz de darle una solución a su problema. Ella simplemente decía "déjalo ir". Pero ella no tenía idea de lo difícil que era dejar ir a alguien a quien querías tanto o al menos así pensaba el Minghao obstinado de aquel entonces.

Con el paso del tiempo se acostumbro a ser abandonado y sin darse cuenta cada vez que una persona lo dejaba se llevaba consigo una pequeña parte de su corazón también. Él siempre salía herido a final de cuentas.

—¿Ya has probado el pastel?– Seokmin estaba a su lado, demasiado cerca en realidad.

—Que raro, creí que te la pasarías bailando toda la noche– comentó sin despegar la mirada de la feliz pareja de recién casados.

La ceremonia había sido sencilla y rápida. Había concluido con la típica escena del beso y una serie de aplausos por parte de los invitados. Casi al mismo tiempo después de eso había dado inicio la primer hora de música a cargo de aquel tal Woozi y sus plebeyos, como él mismo los llamaba. Los amigos del oficial Chwe habían resultado ser todo un caso de extrovertidos ruidosos lo cual inyectaba alegría y ritmo al lugar.

La comida había sido igual de alegre. Los meseros se habían desempeñado de manera increíble y Wonwoo no podía estar mas contento. Sonreía tanto que parecía que la comisura de sus labios se quedaría inmóvil en una sonrisa eterna. Minghao estaba muy feliz por él.

—¿Puedes creer que estuvimos a punto de arruinar la boda? Creo que hemos madurado– suspiró Seokmin, como si hubiesen pasado años desde sus intentos fallidos.

Minghao rodó los ojos y suspiró sintiéndose un poco agotado. Su mirada busco sin querer a una persona en especial. Jun estaba al otro lado de la pista de baile siendo compartido por los gemelos Yoon quienes no lo habían dejado ir en todo ese tiempo. Minghao estaría Mintiendo si dijera que no le molestaba un poco.

Lo peor del asunto era que el pelinegro no parecía oponerse demasiado y de hecho se veía jodidamente alegre bailando con ese par. Parecían amigos de toda la vida. Y pensar que en el pasado los gemelos apenas y lo soportaban. Seokmin tenía razón, todos ellos habían madurado.

—Ahora vuelvo– suspiró y se puso en pie antes de sentir que una mano lo sujetaba con fuerza.

—¡No te vayas!– pidió Seokmin, comiendo el enorme pedazo de pastel que tenía en la boca —ese tipo llamado Joshua me ha estado acosando.

Minghao frunció el ceño y buscó al sujeto antes mencionado. El tipo parecía demasiado ocupado charlando con Seungcheol pero notó la manera en la que sus ojos buscaban a Seokmin de vez en cuando, con insistencia.

—¿Desde cuando le huyes a los pretendientes?

—Él no me cae bien– Seokmin dibujó un puchero y tomó betún del pastel para luego llevárselo a la boca. —Me acosa y me molesta.

El club de los Ex - Novios - JunHaoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora