𝟭𝟱¡ no dudes de lo que siento por ti

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❛ 𝖬𝗂𝗋𝗈 𝖺𝗋𝗋𝗂𝖻𝖺 𝗒 𝗅𝗈 𝗉𝗋𝗂𝗆𝖾𝗋𝗈 𝗊𝗎𝖾 𝗏𝖾𝗈 𝖾𝗌 𝗍𝗎 𝗌𝗈𝗇𝗋𝗂𝗌𝖺, 𝗆𝗂 𝖼𝗎𝖾𝗋𝗉𝗈 𝗍𝗂𝖾𝗆𝖻𝗅𝖺 𝖼𝗎𝖺𝗇𝖽𝗈 𝗅𝖺 𝗏𝖾𝗈, 𝗉𝖾𝗋𝗈 𝗍𝗋𝖺𝗍𝗈 𝖽𝖾 𝖺𝗉𝖺𝗋𝖾𝗇𝗍𝖺𝗋 𝗊𝗎𝖾 𝗇𝗈 𝗆𝖾 𝖼𝖺𝗎𝗌𝖺 𝗇𝖺𝖽𝖺 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝗊𝗎𝖾 𝗇𝗈 𝗉𝗂𝖾𝗇𝗌𝖾𝗌 𝖾𝗇 𝗅𝗈 𝗆𝗎𝖼𝗁𝗈 𝗊𝗎𝖾 𝗍𝖾 𝗊𝗎𝗂𝖾𝗋𝗈 ❜

꒰ ♡ ꒱

Paso cuatro: Ahora que todo lo de afuera es bonito, ¿Cómo está allá dentro?

Recuerdo que siempre estaba en medio de las discusiones de mis padres, trataba de sonreír a pesar de que mis mejillas dolían, trataba de no llorar porque ella me miraba con enojo, y papá sólo susurraba que era su decepción más grande. ›

Primero que nada me siento decepcionado de lo que me rodea, siendo más claro, de mi familia.
• La mayor parte de mis días me siento un adefesio, pero hoy, me siento seguro de mi mismo; cuerpo, cara, todo.
Papá no me habla, y mamá suele ignorar mi presencia porque dice que le recuerdo mucho a papá.
Me siento importante cuando los chicos me dicen que valgo mucho, pero a veces me gustaría creer que es en serio.

Dejó el lápiz a un lado, arrugó la nariz cuando los dedos de Beomgyu se pasaron por su rostro. — ¿Qué haces?

— Detallo tu linda cara, ¿No te había dicho que me gustaba? — El menor asintió con timidez. Beomgyu paró con los toqueteos, mirando los ojos de su compañero, con aquel brillo opacado por la timidez, seguido de esos lunares que se esparcian por su nariz. — ¿Tampoco te había dicho que me gustabas?

Parpadeó repetidas veces negando. Sus mejillas tomaron un rosado intenso, quiso esconderse, meter su cabeza bajo la tierra y ya no verlo. — ¡No, no lo habías dicho! — Cubrió su cara con ambas manos.

El pelinegro sonreía de lado, empujando su cuerpo al del contrario de forma pasiva. No sabía que era lo más bonito de Taehyun este día; si su aroma a galletas, o lo chiquito que se veía.

Aunque a veces se sería raro, o ridículo, porque jamás se había imaginado de esta forma, tal vez era porque su mayor preocupación era el ser juzgado, tal y como su mamá lo había hecho cuando se enteró de lo que pasó.

Quiso amargarse, buscar la manera de irse junto con ella.

Pero era débil, y terminó por recurrir al alcohol y las drogas. Ninguna de las dos le hizo sentir mejor, parecía que sólo lo sumergía en el recuerdo de ella. Por eso prefería el cigarro, porque lo hacía feliz aunque fuera por solo un rato.

Cuando Soobin lo conoció, fue tirado en la plaza del centro, en medio de ella, llorando con una botella en las manos, sus manos sangraban y gritaba. El castaño sólo le había hablado a su padre y se quedó a su lado.

estoy aquí, ¿sí? ›

Fue ahí donde explotó y terminó por decir todo lo que había guardado durante un año, él lo abrazó y le aseguró que todo iba a estar bien porque lo iba a tener a él.

Y ahí seguía siendo parte de su vida, no estaban juntos todo el tiempo, no se hablaban lo suficiente, pero ambos contaban con el otro para lo que fuera. Es por eso que Beomgyu se sentía agradecido con Soobin, porque fue lo que más necesitó cuando estaba cayendo.

Y ahora tenía a Taehyun, el chico que había entrado al departamento de Soobin quejándose de todo y todos, tal lindo, delicado y tímido, pero con una carita inocente que le hizo flecharse.

Se sentía más libre, después de dos semanas de haberle contado a Taehyun, podía decir que dormía mejor, porque tal vez eso es lo que necesitaba; volver a decirlo a la persona que más le importaba.

— Debía decírtelo, no quiero que pienses que soy un idiota que no le tiene valor a todo esto. — Acarició sus manos, acercándose a besarle los nudillos con cariño. — Te quiero, y sé que dije que te iba a esperar hasta que ambos estuviéramos bien, pero no puedo dejar de hacerte saber que me gustas, que ocasionas muchas cosas en mí que antes me daba miedo sentir... puede que a veces dude un poco, que llore y crea que estoy loco, pero jamás dudes cuando te digo que me estás enamorando.

tobacco─flavored kissesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora