𝟭𝟴¡ ellos... ¿si? no estoy bien

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❛ 𝖫𝗅𝗈𝗋𝖾́ 𝖺𝗎́𝗇 𝖼𝗎𝖺𝗇𝖽𝗈 𝖼𝗋𝖾í𝖺 𝗊𝗎𝖾 𝗒𝖺 𝗇𝗈 𝗆𝖾 𝗂𝗆𝗉𝗈𝗋𝗍𝖺𝖻𝖺... 𝗆𝖾 𝗌𝗂𝖾𝗇𝗍𝗈 𝗋𝗂𝖽í𝖼𝗎𝗅𝗈 𝗃𝗎𝗌𝗍𝗈 𝖼𝗎𝖺𝗇𝖽𝗈 𝗆𝖾 𝗌𝖾𝗇𝗍í𝖺 𝗌𝖾𝗀𝗎𝗋𝗈 ❜

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Paso seis: Busca ayuda. Aunque todo vaya por buen camino, hay cosas que son necesarias decirlas para poder olvidar y sanar.

‹ Por más que busque un te amo, sigo sin encontrarlo ›

— ¿Qué hacemos aquí? — Lo miró con duda, sus pies se detuvieron afuera del edificio mientras subía sus manos a las mejillas de Beomgyu. — ¿Te sientes mal?

— No, yo no, pero tú sí. — Taehyun lo miró sin entender. Alejándose del contacto del mayor. — Mira, cariño, he visto lo suficiente de ti como para saber que tienes que llorar.

— Odio llorar.

—Y yo odio saber que estas mal por razones incorrectas. — Se acercó ahuecando la carita del menor en sus manos, aquellas manos que este día traían variedades de anillos. — ¿Quieres entrar y decirle al psicólogo como te sientes? Si no es así, podemos ir por ese helado de yogurt que me pediste.

Taehyun agachó su cabeza, aún así Beomgyu no lo soltó. — ¿Vas a entrar conmigo?

— No puedo, pero estaré esperando por ti afuera, ¿Sí?

— ¿Y si lloro? — Cerró sus ojos con nervios. — No quiero que me vea llorar.

— Es algo que necesitas, amor. — Besó su frente, tomó de su mano y no se movió hasta que Taehyun lo hubiera. — Juro que te sentirás mejor después de esto, ¿Sí? — Él asintió lento.

Minutos después el rubio comenzó avanzar lento, tenía más nervios que ganas de caminar, pero lo estaba haciendo.

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Se sentó en la silla color negro que estaba frente a una mesa color marrón. Quiso prestarle más atención a eso que a los ojos azules y sonrisa amigable del psicólogo, pero no pudo, se sentía atrapado mientras sus piernitas temblaban de los nervios.

— Así que Taehyun, ¿Qué edad tienes?

—Dieciocho. —Susurró con pena. — En unos meses diecinueve.

— Tengo un hijo un año menor que tú, se llama Sunoo. — Aclaró su garganta y miró abajo. — Por cierto, soy el doctor Kim, y te estaré atendiendo este día. Déjame decirte que no eres el primero en sentir nervios.

— Lo sé.

— Bueno, y como sabes eso, también deberías de saber que si no quieres decir nada puedes no hacerlo. Aquí no se te esta obligando, todo lo que queremos es que estés cómodo y seguro. Nada de lo que me digas llegará a los oídos de mis compañeros ni nadie, ¿Okay? — Taehyun asintió lento, mirando abajo en todo momento. — Entonces, ¿Quieres decirme que te trae por aquí?

Aclaró su garganta y juntó sus manos. No sabía porque se sentía tan tímido, sabía que el hombre enfrente suyo no lo juzgaría, pero aún así, no podía evitarlo. — Bu–eno... cuando era pequeño, yo– fui obligado a no ser 'bonito'

— ¿A qué te refieres con bonito? — Dejó la hoja de papel a un lado mirando los cabellos rubios de la cabeza del menor. Vio sus manos cerrarse y apretar su pantalón con fuerza. — Taehyun, ¿De verdad quieres estar aquí?

— Sí... es que no quiero que usted me juzgue y me haga sentir mal. — Sus ojos se cristalizaron levemente.

— Yo no haría eso, puedes confiar en mí. — Inhaló y terminó por asentir.

— E–ellos solían hacerlo, más bien papá, mamá era linda a veces, pero siempre ruda y de carácter fuerte. Nunca supe cómo llegar a ella y que se sintiera orgullosa de mí. Papá fue otra historia, ese hombre me hacía de menos siempre que podía. — Subió su mano hasta sus mejillas y las limpió. — Nunca me sentí querido, siempre creí que fui el peor error de sus vidas, y cada que se los decía, ellos me hacían sentir mal, como si fuera mi culpa.

Cerró sus ojos, ignorando esa sensación de soledad que lo había acompañado por años, la cual, seguía odiando.

— Muchas veces me preguntaba por cuál había sido mi error, si en que me había equivocado... nunca me dejaron vestirme como quería; ella me apoyaba pero cuando regresaba a lo mismo me humillaba. Y papá me hundía. Así que nada estaba bien por ninguno de los dos lados.

— ¿No había alguien fuera de eso?

— Mmm, no, nunca fui unido a la familia de ninguno; papá decía que no podía mostrarme como su hijo porque le daba vergüenza. Y mamá se alejó de sus padres porque ellos la corrieron cuando se enteraron que estaba embarazada. — Suspiró sin ganas, se quería ir, sentía la presión en su cabeza y esa culpa inexistente pisarle. — Sí hubiera podido decidir, le juro que no habría querido nacer.

— ¿Estás bien? — Preguntó una vez que vio las manos de Taehyun temblar.

— No, ¿Ya me puedo ir? — Kim asintió, le deseó un buen día y con eso Taehyun salió casi corriendo de ahí.

Beomgyu se levantó apresurado cuando el cuerpo del menor corrió en su dirección. Lo abrazó mientras esté sollozaba en el pecho del mayor.

— Shh, aquí estoy, ¿Sí? Siempre estaré aquí, mi amor. — Besó sus cabellos y lo sujetó a su cuerpo. Quería respuestas, pero antes de todo eso quería ver a Taehyun bien, con sus ojitos rojos y labios hinchados pero bien.

tobacco─flavored kissesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora