Septiembre, 2019.
Liam.
—Tranquilo.—me anima Moore.
—Es que no sé ni que le voy a decir, ¿bienvenido Jason? —suspiro—. Tampoco sé dónde se va a quedar a dormir porque en mi casa no se puede.
Ya le dije a Maddie que tenía algo importante que decirle hoy. Se enojó cuando le dije que sería hasta después, pero al menos ya sabe que le tengo noticias.
—Yo puedo pagarle un hotel. Soy rica ahora.
Niego divertido, pues ya que se han vendido su cafetería, no miente al decir que tiene bastante dinero.
Y sigue haciéndolo más, pues con los cambios en The 70's, las ventas han subido bastante.
Pero, aunque siento que ella lo olvidó, yo sigo esperanzado de que Grace le hable en cualquier momento.
Toco el timbre de la clínica, es un lugar bastante grande a decir verdad.
Lo más loco e impresionante de todo, es que aquí estaba internada la hermana de Axel, es decir que estuve bastante cerca a él de alguna manera.
Nos abren un par de guardias y piden nuestras identificaciones después de que les dijéramos a quien venimos a buscar.
Una enfermera nos guía por el jardín. Me imaginé un lugar muy deprimente, pero aquí hay jardines enormes y veo el espacio suficiente para actividades recreativas.
Aun así, me da tristeza ver a algunos pacientes sentados con la vista completamente perdida y un enfermero tras ellos.
—Esta es la habitación de Tom —sonríe la enfermera—. Todos aquí le agarramos algo de cariño y estamos orgullosos de su desempeño. Apenas recordó que tenía una familia, comenzó a participar en las actividades de grupo y ser más abierto en su terapia.
—¿En verdad no recordaba nada?—inquiero con algo de desconfianza.
—Por algo le llamamos Tom y no Jason. Ese fue el nombre que le asignamos para no decirle únicamente paciente 0525.
Se va y Moore aprieta el agarre sobre mi mano.
—Tú puedes.
—Gracias por no dejarme solo.—susurro antes de abrir la puerta.
Me encuentro con mi papá abrazando a un chico que Moore no tarda en reconocer.
—¿Moribundo?
Santiago suelta a Jason y nos ve con sorpresa a ambos.
—¿Son la familia de Tom?
No debería irritarme tanto que nadie le llame Jason.
—Sí —responde él—. Es mi hijo mayor.
Solo asiento sin saber qué agregar.
—¿Y tú que haces aquí?—pregunta mi novia.
—Clínica Campbell. Santiago Campbell. ¿No notas alguna relación? Mi papá es el dueño y yo le leía en ocasiones a Tom.
—Aunque ya no viene tanto como cuando estaba su novia.—ríe Jason.
Santiago se termina de despedir de él y de nosotros antes de salir de la habitación.
—¿Te ayudo con tus cosas?—inquiero con incomodidad.
—Solo tengo esta caja con la ropa que me dejaron quedarme aquí. Llegué a esta clínica sin nada, Liam.
Nos tardamos un buen rato en firmar su alta, que den indicaciones sobre su salud mental y un medicamento que no debe dejar de tomar todavía.
Con Aarón se tarda bastante en despedirse e incluso se cristalizan mientras lo hacen.
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Reencuentros.
RomanceLiam Wright es un chico que, por necesidades de la vida, ha tenido que prostituirse, convirtiéndose en gigoló. Alexandra Moore es una estudiante de modas que, tras enterarse de algo, se emborracha tanto que termina contratando a Liam. Aunque... ¿P...