Julio, 2020.
Alex.
Mi corazón late a toda velocidad cuando veo el mensaje en mi celular.
Y no es por un buen motivo porque es de Liam.
Y solo han pasado nueve meses.
No dice mucho, de hecho es un mensaje bastante sencillo, pero de acuerdo a lo último que platicamos el día que acorde esperarlo, tiene más significado.
Papá de cerdito ♥:Hola Moore.
Papá de cerdito ♥:Hay algo que tengo que decirte.
Cuando veo que está escribiendo apago —infantilmente— mi celular porque si no veo lo que me tiene que decir, entonces no es real.
Durante estos meses no hemos hablado más que tres veces, al menos no directamente porque he hablado bastante con Maddie y en casi todas las pláticas lograba preguntar por él.
Cuando no sabía como preguntarlo, ella me lo decía de todos modos.
La primera conversación fue solo unos días después de su partida, durante la boda de Chloe.
Boda a la que me costó bastante trabajo convencer a Josh de acompañarme, pues no quería ir.
Aunque duró bastante poco porque se acabó la batería del celular que usaba.
La segunda, fue cuando me habló por teléfono el día de mi cumpleaños a las doce en punto, me dijo que lamentaba si incumplía el trato, pero que no iba a dejar que pasará otro cumpleaños sin felicitarme.
Hablamos por dos horas, de todo menos de nosotros y a la mañana siguiente recibí un ramo de flores en mi casa. Me las envío él, aunque sin nota.
La tercera llamada fue hace tan solo dos meses. Estaba llorando a mares y sentía una inmensa impotencia de no poder consolarlo. No entró en detalles, solo dijo que su trabajo era muy cruel en ocasiones.
En cuanto a ver como tal su cara, hace un par de meses Maddie y yo hicimos videollamada, ella volteó la cámara y lo vi.
Lucía un uniforme. Se veía demasiado atractivo, está más fuerte físicamente. Y lo más importante es que sonreía, su sonrisa era amplia y real, aunque él no vio que yo estaba en el teléfono de su hermana.
Cuando volvió a voltear la cámara, ella solo me guiño el ojo.
Maddie también me dijo emocionada que ha logrado muchos avances con la terapia porque incluso a la distancia no la ha dejado.
Ni siquiera con todo lo que han pasado en Maine.
Francamente, quiero ver a Madison para darle un fuerte abrazo, porque si me pongo en sus zapatos, no sé como le hace para seguir de pie.
Siento que yo no podría.
Me comentó que cambió bastante su actitud, que ahora es mucho más seguro de sí mismo, aunque sin perder su esencia.
Pero ahora supongo que va a decirme que encontró a alguien más. Sé que dije que estaba preparada para ello y que lo aceptaría, pero no puedo evitar que me duela y mucho.
Decido ver su mensaje hasta en la noche.
—Adiós, Grace. Te veo mañana.—me despido.
—Hasta mañana, Alex.
Ya llevo cinco meses aquí y me encanta. Lo único malo es que no puedo ir todo el tiempo a la cafetería, aunque mi puesto es tan pequeño que solo tengo que estar aquí dos horas al día y luego me dedico a la cafetería o a mi tarea.
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Reencuentros.
RomanceLiam Wright es un chico que, por necesidades de la vida, ha tenido que prostituirse, convirtiéndose en gigoló. Alexandra Moore es una estudiante de modas que, tras enterarse de algo, se emborracha tanto que termina contratando a Liam. Aunque... ¿P...