Enero, 2019.
Liam.
Moore tenía razón al decir que sería una buena idea quedarse en casa para navidad, creo que era lo que los tres necesitábamos.
Bueno, cuatro si se cuenta a Zack, quien llego a mi casa y no captó ninguna de mis indirectas para que fuera con su familia.
Aunque en realidad no me desagrada del todo. Además de que hizo reír a Maddie y Caleb, cosa que en verdad necesitaban.
Maddie me perdonó con las flores y tuve suficiente dinero para comprarle un regalo a ella y a Caleb.
Ella me regaló a mí un rompecabezas. Caleb también, pero hecho por el mismo, lo que lo hace imposible de armar.
Lo único que me tiene cansado es que la semana en la cafetería fue bastante pesada porque Adam está de vacaciones. Así que entre Moore y yo nos hicimos cargo de las órdenes porque Chloe dijo que la quemaría la cocina adrede si la obligábamos a ayudarnos.
Al menos me pagó dinero extra por los días que me encargue de la cocina. Lo que me hizo posible prepararles una buena cena a mis hermanos por año nuevo, sin descuidar los ahorros para la universidad de Maddie y mi academia.
Hice un trato con Maddie, en el que le pago veinte dólares por cuidar a Caleb. Sé que no es absolutamente nada, pero es para lo que me alcancé y ella está encantada con eso, porque es su única fuente de ingreso.
Suspiro sin dejar de fregar los platos.
Voy a poder mantenernos sin tener que volver a Megan. Debo poder.
Mi teléfono comienza a sonar, me apresuro a enjuagar el plato para contestar, pero Maddie —quien estaba mensajeando con Zack—, se adelanta y lo toma.
—Dice Moore... Yo conozco a una Moore —agrega pensativa antes de sacudir la cabeza como alejando un pensamiento—, ¿Quién es?
—Mi jefa —respondo sorprendido—. ¿Puedes contestar y ponerlo en mi oreja?
Maddie sí contesta, pero se aleja de mí y lo pone en alta voz.
—Liaaaaam.
Su voz suena bastante rara. Como el día en que pensó que yo era un psicólogo.
—¿Qué sucede, Moore?
—¿Quieres pasar año nuevo con Chloe y conmigo?
—Si, nuevo ¡Anímate!
Al parecer no es la única en altavoz.
—Año nuevo pasó hace como media hora.
—Mierda... ¡No me metí abajo de la mesa!
Maddie contiene una risotada y yo también.
Hace unos días, en uno de nuestros descansos, leímos que algunas personas tienen la superstición de que si te metes abajo de la mesa en año nuevo, conseguirás pareja.
Chloe dijo que era una tontería... Al parecer ya no lo es.
Me seco las manos, pero no le quito el celular a mi hermana.
—¿Están ebrias? ¿Para qué quieres meterte abajo de la mesa Chloe? Cada vez que alguien te coquetea en la cafetería le dices amablemente, nótese el sarcasmo, que puede irse al diablo.
—No te escucha, está abajo de una mesa.
—¿Por qué tú no estás abajo de la mesa, Moore?
—Ya tuve suficiente de esa mierda por un buen rato.
—¿Moore es tu amiga?—pregunta Maddie
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Reencuentros.
Storie d'amoreLiam Wright es un chico que, por necesidades de la vida, ha tenido que prostituirse, convirtiéndose en gigoló. Alexandra Moore es una estudiante de modas que, tras enterarse de algo, se emborracha tanto que termina contratando a Liam. Aunque... ¿P...