Alex.
Bostezo viendo las telas frente a mí.
En verdad que me voy a volver loca.
Además de que solo he estado durmiendo tres o cuatro horas durante las últimas semanas, lo que comienza a pesarme aún más y justo ahora estoy viendo ese metro de encaje como una grandiosa almohada.
—¿Por qué hoy no estás cociendo? Sueles ser de las más activas durante la clase.
Me tenso un poco ante la pregunta de mi profesora, pero de todos modos decido honesta.
Muchas veces escuchas que los profesores de la universidad son los peores.
La verdad es que suelen ser mil veces más comprensibles y agradables que los del instituto.
En una de mis clases de colorimetría, me estaba quedando dormida y mi maestra me dijo amablemente que, si lo deseaba, podría irme a mi casa sin que me afectara en la asistencia o calificación.
Cuando me negué, porque no quería perder el tema, me regaló una paleta que me ayudó a despertarme y luego me colocó una estrella dorada en la frente por mi perseverancia.
—Ya tengo el vestido de novia terminado al igual que uno de los trajes, el que es azul cielo. Y es que no sé cómo continuar —suspiro—. Tengo todos los diseños y materiales, pero no consigo modelos. Los estudiantes de noveno están ocupados con sus propias colecciones de graduación y los de primero y tercero, me dijeron que sería mis modelos si conseguía que tú les subieras puntos extra en la asignatura que les das.
Bufa sacando el banquillo frente a mí.
—Ya los voy a ver igual de estresados cuando ellos lo tengan que hacer, ahora quieren puntos extras hasta por decirme presente —dice negando con decepción—. Confío en que lograras terminar a tiempo para el desfile, pero debes darte prisa, Alex. No querrás estar una semana antes igual de estresada que ahora. Es bonito disfrutar también de todo esto, no lo olvides.
Asiento no muy convencida y ella se retira a ayudar a Kate con un problema de su máquina.
Regreso la vista a las telas para ver si hay algo que pueda hacer, pero es que en verdad que ni siquiera puedo visualizar del todo como quedarán si no sé nada sobre mis modelos.
Por lo que solo corrijo detalles que no están perfectos en mis bocetos. Sé que mi colección es algo básica, pero es acorde al grado en el que me encuentro. Cuando me gradúe y haga mi colección final, tendré que hacer algo más complicado y grande. Sin embargo, por ahora los trajes con distintos tonos y formas es lo adecuado. Aparte de que a mi profesora le encantaron mis diseños.
Esta clase es larga, y no puedo irme porque después todavía tengo historia de la moda. Así que saco mi celular para seguir en el proceso de elegir a una maquillista y peinadora.
No tardo nada en sentir un dolor en mi estómago incrementar. Instintivamente, me llevo la mano al punto en que más fuerte se siente, mientras hago un esfuerzo por inspirar profundo porque es asfixiante y agobiante.
Además, no es la primera vez que me da.
Como puedo, alcanzo mi mochila para sacar una pastilla para la acidez estomacal, que al cabo de un rato ayuda un poquito.
En cuanto termine con esto de la colección, iré al médico.
Por ahora no tengo tiempo.
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Sé que hay mesas por atender, que no he parpadeado por al menos un minuto y que Liam me está viendo fijamente.
No obstante, sigo con la mirada clavada en un punto cualquiera del piso.
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Reencuentros.
RomanceLiam Wright es un chico que, por necesidades de la vida, ha tenido que prostituirse, convirtiéndose en gigoló. Alexandra Moore es una estudiante de modas que, tras enterarse de algo, se emborracha tanto que termina contratando a Liam. Aunque... ¿P...