Alex.
—Tienes que calmarte.—me repite Chloe.
—Cuando el idiota de mi novio, al que se le ocurrió la brillante idea de ir a meterse de nuevo a ese asqueroso sitio, me hable y yo pueda gritarle que es un tarado, me calmo.
Ella levanta las manos en rendición y rueda los ojos.
—Bueno, entonces pierde los nervios.
De reojo me percato de que Josh le da una mirada de reproche a lo que ella encoge los hombros como si no entendiera qué dijo de malo.
No pierdo de vista mi celular, esperanzada de que eso provocará que Liam me hable más rápido. Prometió que en cuanto estuviera todo hecho, me enviaría al menos un mensaje diciendo que estaba en orden, pero no me llega nada y juro que me estoy volviendo loca.
—¿Y si lo lastimaron?—inquiero preocupada.
Ellos se ofrecieron a venir a hacerme compañía en mi departamento. La familia de Liam ni siquiera está al tanto de todo esto.
—Todo va a salir bien, ya lo verás.—me anima Josh.
Suspiro y otros eternos cinco minutos de silencio se extienden hasta que por fin mi celular anuncia una llamada.
Sin embargo, el alma me baja a los pies cuando leo el nombre de Axel en la pantalla.
—No... —niego poniendo de pie—. No es Liam... Yo... Yo no...
—Alex contesta.—pide Josh.
Sé que debo hacerlo, pero no hay ninguna razón lógica para que no sea Liam el que me llame.
A menos que le haya pasado a algo...
Mi cuerpo está totalmente frío mientras empiezo a sollozar sintiendo el miedo invadirme por completo.
Sé que algo le pasó.
Lo sé desde antes de Axel me llamará, pero esto me lo ha confirmado y no quiero escuchar la voz de nadie decirme que lo he perdido.
Que él también me dejó.
—No puedo...—murmuro y Josh se apresura a abrazarme.
Un fuerte sollozo se me escapa cuando Chloe toma mi teléfono y se lo lleva a la oreja.
Axel debe decirle algo y debe ser malo porque sus ojos se humedecen un poco al verme a mí.
—¿Dónde?... ¿Qué tanto?... Bien. Sí, lo entiendo.
Cuelga el teléfono y me mira como si fuera un animal malherido al acercarse a mí.
—Pepe grillo, debes ser fuerte.
No dejo de llorar, pero los brazos de Josh comienzan a sofocarme y siento como si me estuvieran asfixiando por dentro, así que me aparto de él para llegar a Chloe.
—Yo ya no quiero ser fuerte —explico con la voz rota—. Yo... Yo solo quiero ser feliz, quiero que Liam esté a mi lado.
Me toma de la mano y parpadea continuamente para apartar sus propias lágrimas.
—Liam hizo su trabajo bien. Él cumplió con su misión, pero... —suspira y mis nervios aumentan más—. Lo hirieron. Axel dice que la bala logró atravesar el chaleco antibalas debido al material con la que estaba hecha. Están operándolo.
Josh me vuelve a sostener cuando mis piernas no logran hacerlo al tiempo que un grito desgarrador sale de mí, quemando mi garganta.
No puedo perder a Liam.
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Veo a través del cristal el cuerpo de Liam, inmóvil en la cama mientras no dejo de llorar.
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Reencuentros.
RomantiekLiam Wright es un chico que, por necesidades de la vida, ha tenido que prostituirse, convirtiéndose en gigoló. Alexandra Moore es una estudiante de modas que, tras enterarse de algo, se emborracha tanto que termina contratando a Liam. Aunque... ¿P...