"Nada refuerza tanto la autoridad como el silencio."
- Leonardo da Vinci.— ¿Por qué era que teníamos que hacer esto, Impa?
La Princesa Zelda se encontraba en frente a su espejo, siendo perfectamente maquillada por 3 doncellas, mientras su leal protectora la vigilaba desde la puerta.
— Zelda, deja de comportarte como una niña. Esto se hace porque tu padre ordenó que se hiciese una ceremonia para presentar a los guerreros de otras razas y al elegido por la espada que sellará al mal. — Respondió la joven de pelo blanco.
— No puedo entender como padre cree que una fuerza maligna saldrá de la nada y acabará con todo, suena TAN ridículo... — Rechistaba la princesa en un tono de queja.
— Será mejor que dejes de lloriquear y comiences a mentalizarte. — Replicó Impa. — La ceremonia comienza en 40 minutos, iré a ver cómo va todo.
— ¡Impa! — Gritó la heredera al trono, quien exhaló profundamente al ver que su protectora ya no estaba en su habitación.
— Está lista, su majestad. — Dijo una de las 3 doncellas mirándola al espejo. — ¡Luce hermosa con ese vesti-
— Si, si, si... Dime algo que no sepa. —Contestó abruptamente la princesa, saliendo del lugar en busca de la Sheikah.
[...]
— ¡Ánimo, viejo! ¡Hoy es un gran día, alza la cara! — Decía un grupo de jóvenes para darle ánimos a alguien que se encontraba en el centro de un cúmulo de gente.
— Si... Gracias, chicos. — Contestó el chico rubio de pelo largo con una sonrisa forzada, con la mirada perdida en la pared.
Alguien tocó la puerta, y el grupo de caballeros se fueron, despidiéndose del joven, mientras que él permitía que la persona que le llamaba detrás de la puerta pasara a su habitación.
— ¿E-Es un buen momento? — Preguntó una voz dulce y tierna, sonaba como una caricia al oído.
— Mipha... — Sonrió levemente el hyliano. — Adelante, pasa.
La princesa Zora entró a la habitación del chico, con su característica joyería y su tridente de escamas. Su presencia parecía ser un gran alivio.
— Link, t-te ves tan... — La princesa no pudo conectar palabra alguna sin sonrojarse, y optó por cambiar de tema mientras se sentaba en el borde de la cama junto al hyliano. — ¿Cómo estás?
— Estoy bien, gracias. — Replicó Link, tratando de evadir la conversación.
— Link, te conozco desde que eras un pequeño diablillo, no creas que vas a engañarme tan fácil. — Contestó Mipha, preocupada por él. — Te noto alterado, sé que todo esto está pasando muy rápido... Pero sé que puedes lidiar con esto y más.
— Gracias, Mipha. — Dijo el elegido, devolviéndole la sonrisa que la Zora le regaló.
— Escucha. — Mipha rozó su mano con la de Link, y rápidamente lo tomó del antebrazo para disimular lo que había hecho. — Te prometo que vas a estar bien. Ahora hay una fachada muy profesional en el ambiente, pero juro que nada entre nosotros va a cambiar. ¿Si, Link?
ESTÁS LEYENDO
The Legend of Zelda: Age of Calamity
DobrodružnéCuando se confirma el rumor de que un joven proveniente de la Aldea de Hatelia se hizo con el poder de la Espada Maestra, el reino de Hyrule entra en estado de alarma ante la inminente llegada de la maldad en su más grande expresión.