"La soberbia no es grandeza, sino hinchazón; y lo que está hinchado parece grande pero no está sano."
- San Agustín.— ¡No pienso moverme de aquí hasta que traigas tu caballo y vengas conmigo, Impa!
Hoy era una mañana distinta en el Castillo de Hyrule. Han pasado unos cuantos días desde la ceremonia de presentación, el día de hoy comenzará el viaje a las cuatro principales regiones del reino: El Poblado Orni, Ciudad Goron, la Ciudadela Gerudo y el Dominio Zora. Todo esto con el fin de reunirse con los campeones y ayudarles a pilotar sus respectivas Bestias Divinas, sin embargo, alguien no parecía estar contenta.
— ¿¡Te quieres comportar por un solo segundo!? ¡Pareces una niña malcriada que no quiere ir al mercado con su madre! — Reclamó la Sheikah ante el comentario de la princesa. — Escucha, Zelda. Llevo acompañándote a todos lados durante los últimos 7 años, hoy alguien más te acompañará y, aunque no te guste, ese alguien es Link.
— Es que... Es que voy a extrañarte mucho. — Dijo la rubia, haciendo un puchero.
— Chica, deja tus pucheros, al paso que vamos serás la reina del drama antes de ser la reina de Hyrule. — Contestó Impa, riéndose.
— ¡Impa! — Se quejó Zelda. — Esto es serio, ¿qué pretendes que haga sin ti? ¡El tipo no habla!
— Harás exactamente lo mismo que harías si yo estuviese ahí, y es comportarte frente a los jefes de cada pueblo, siguiendo estrictamente el protocolo. — Replicó la joven de pelo blanco. — Será mejor que te apresures, se supone que tienen que estar en el Poblado Orni antes del medio día y parece que el sol ya está por salir.
— ¿Qué harás mientras no estoy? — Dudó la princesa.
— Te lo dije anoche, debo de ir a Kakariko a visitar a mi hermana, ella y Rotver llevan meses trabajando en el Laboratorio Ancestral, debo de ver qué planean esos dos. — Respondió Impa.
— Creo que tu hermana un poc-
— ¡Hola, Link! — Interrumpió Impa al ver que Link llevaba esperando ya unos minutos, mientras Zelda y ella hablaban. — Me voy, cuídate y, como me entere de que tratas mal al chico, tu y yo tendremos mucho de qué hablar... ¡Adiós!
— ¡Pero Impa! — Gritó Zelda, mientras Impa corría de ella para no distraerla más. Zelda cerró sus ojos, respirando hondo y subiéndose a Ventisca, su yegua, la más hermosa y perfecta del reino. — ¡Tu, hateliano, es hora de irnos!
Link solo asintió, con su tradicional rostro inexpresivo, y partieron al Poblado Orni antes del amanecer. El viaje era de solo 2 horas, el Castillo está ubicado exactamente en el centro del territorio hyliano, es la conexión a las 4 regiones, por lo que llegarían bastante antes del mediodía a la frontera entre Tabantha y Hebra.
Fueron dos horas de absoluto silencio. Link no es que sea callado, es que el tipo podría hacerse pasar por mudo, y Zelda no cooperaba, ella no tenía la más mínima intención de comenzar una conversación, pensaba que Link debía ser quien diera el primer paso. Hicieron una pequeña parada en el Establo de Tabantha, donde alimentaron a las yeguas y Link compró unas cuantas flechas para su arco, hasta que llegaron al Establo Orni, donde fueron recibidos por Gesane, el Orni protector del puente que llega hasta el poblado.
— El señor Tyto los esperaba al medio día, ¡son las ocho de la mañana y ya están aquí, su puntualidad es increíble! — Dijo el Orni café, sorprendido por la prematura llegada de la princesa y su escolta.
— Gracias, Gesane. — Respondió Zelda con una pequeña sonrisa, aliviada de por fin hablar con alguien. — ¿No será una molestia nuestra temprana llegada?
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The Legend of Zelda: Age of Calamity
PertualanganCuando se confirma el rumor de que un joven proveniente de la Aldea de Hatelia se hizo con el poder de la Espada Maestra, el reino de Hyrule entra en estado de alarma ante la inminente llegada de la maldad en su más grande expresión.