—E dicho no —la respuesta fue firme y definitiva, tan seguro de su postura como las últimas quince veces que le había dicho lo mismo.
—¡Akashi! —casi se tira al suelo a golpear este con ambos puños, pero sus ojos desesperados estaban buscando cualquier abertura para pasar sobre el peli-negro—. ¡Por favor!
—No voy a dejarte pasar por más que insistas Bokuto-San.
Otro quejido escapó de entre los labios del susodicho volviéndose loco a cada segundo, pero no sé atrevía a quitar del camino a su amigo por más desesperado que estuviera.
Akaashi se encontraba bien plantado frente a la puerta de la habitación cerrada con seguro, con una especie de pinza sobre la nariz para poder estar bien ante lo que estaba sucediendo.
La chica siempre había estado puntual con sus ciclos de celo y en cada ocasión podía controlarlo con supresores o darse el espacio para que no afectara a ninguno de los dos. Sin embargo, gracias a la oleada de feromonas que le atacó cuando el celo de Bokuto se hizo presente, provocó que el de ella se descontrolara y llegó antes de lo anticipado.
Y ahora ese exquisito aroma que excitaba los sentidos de su pareja estaba en toda la casa, impulsándolo a querer entrar a la habitación a como diera lugar, pero Akaashi era la muralla que le impedía el paso. Ni siquiera los bloqueadores en un partido le daban tantos problemas.
—Akaashi —esta vez la voz más apagada y discreta al otro lado de la puerta le llamó—. ¿En serio no puedo abrir?
Bokuto no era el único ansioso bajo esa situación, la chica tenía a su Alfa a pocos metros de distancia de ella, lo escuchaba, pero sobre todo lo olía, a sus feromonas que salían inconscientemente para traerla hacia él. Como un cebo para hacer caer al ciervo en la trampa.
Sí fuera por ella, bajo sus instintos más primitivos ya le habría abierto la puerta a su pareja y no lo dejaría ir hasta que su celo hubiera acabado por completo y, sin embargo, el poco raciocino que aun moraba en su mente le decía que Akaashi hacia todo eso por el bien de ambos, aun sí en ese instante sufrían por no tenerse el uno al otro, estaba evitando un embarazo generado por impulsos.
Pese a eso ella tenía la mano aferrada con fuerza a la perilla lista para hacerla girar en cualquier momento, pero el peli-negro también la sostenía para impedirle hacerlo.
—Por favor no lo hagas —eso logro hacerle quitar la mano—. Si le das camino libre no podré detenerlo.
—Te estoy oyendo Akashi —se quejó el peli-gris, estaba aún frente a él—. ¡No voy a hacer nada, lo prometo!
—Eso es imposible, no creo que cumplas esas palabras.
Estaba atrapado sin posibilidades de moverse, el que abriera la puerta significaba que las feromonas de su celo acumuladas en la habitación saldrían de golpe y eso también le afectaría a él, siendo lo que menos quería.
—No le quites el seguro a la puerta —su voz ordenaba aquello, pero a la vez imploraba que hiciera caso logrando como respuesta un tembloroso "sí" indignado.
Tras los segundos tuvo la confianza para separarse de la puerta. Esa mirada iluminada en los ojos de Bokuto se perdió cuando el peli-negro le sujetó para llevarlo escalera abajo a la fuerza, entre quejas y pataleos por parte del chico.
Pero bien sabía que no iba a poder contenerlos por una semana.
Como si se tratara de un juego sobrevivió al primer día, ahora solo faltaban cuatro más y si de alguna manera lo lograba iba a quedarse como un logro para sí mismo. No se veía alardeando diciendo algo como "Ey, logre que mi mejor amigo no se echara a su pareja en celo", tal cosa incluso parecía ofensivo. Pero seguía siendo una proeza, que no consiguió.
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Omegacember 2021 (Bokuto Koutaro) ||Haikyuu AU|| [05]
FanfictionSer una Omega es peligroso, pero tener a un Alfa en tu casa... Es el doble de peligroso. Libro con temática Omegaverse que participa en el reto de la página de Facebook #EsDeFanfics durante diciembre 2021 . . . No. 1 en #bokutokoutaro [04/01/2022] N...