Omegacember 2021 (Bokuto Koutaro) ||Haikyuu AU|| [05]

Día 03: Instinto

Los nervios estaban a flor de piel, era algo muy difícil para ella el mantenerse con los pensamientos fijos en lo demás cuando acababa de ser descubierta por el peli-gris, en realidad no le importaba que el chico fuese a delatarla en la escuela y terminara sancionada o algo así, pero el hecho de que él ya lo supiera le desencadenaba ese terror profundo.

No lo conocía lo suficiente como para saber que podría hacer con esa información y aunque no quería desconfiar del chico, no podía evitarlo.

Observó la hora, faltaban unos minutos para que las clases concluyeran y los chicos regresaran en cualquier momento, aunque ella no sabía que los clubes ya se habían reanudado desde ese día y iban a tardar más en volver.

Aun así, ella tomó sus cosas para salir de la casa, tomaría como excusa tener que comprar un poco de despensa para evitar a Bokuto un poco más.

Tras tomar sus llaves salió de la casa, a paso lento y tranquilo, al doblar la esquina el fuerte sonido de la campana de la escuela se dejó oír, anunciando la salida.

.

-¿Estás seguro?

-Sí, sí.

Ambos seguían aún con los uniformes escolares y extrañamente caminaban a la salida de la escuela (aunque en realidad Bokuto corría y trataba de obligar al peli-negro de hacer lo mismo), cosa que sorprendió a sus demás compañeros que a diferencia de ellos estaban entrando al gimnasio.

-Pero, ¿Qué veo? -uno de los chicos del equipo no pudo evitar comentar al respecto-. Bokuto no es el primero en estar en la cancha.

-No nos tardamos -comentó el peli-negro cuando lo escucho.

-¡Akashi, apúrate!

Si lo que estuviera pasando no fuese tan importante hubiera persuadido a Bokuto para dejarlo después del entrenamiento, pero si lo que le decía su amigo era verdad entonces tenían que hablar con la chica antes que nada.

A los minutos llegaron a la casa, entrando gracias a las copias de las llaves que ella les dio con anterioridad.

-¡Llegamos!

El de ojos amarillos a paso rápido se adentró a la casa dejando su mochila en el sillón para apresurarse a buscar a la chica en los lugares donde él creía que pudiera estar, aunque no entraría a su habitación.

-Bokuto-San, no creo que ella este ahí -le mencionó cuando le vio agacharse para revisar de bajo de la mesa-. Creo que no está en casa.

-Entonces salgamos a buscarla.

Sin esperar mucho y con gran confianza avanzó ahora a la entrada, con total seguridad que la encontrarían más rápido que el esperarla allí.

-¿Cómo vas a encontrarla?

-... -volteó a verlo para después darle una sonrisa llena de confianza-. No lo sé, pero lo haré.

.

Con una bolsa que contenía unas cuantas bebidas y comida instantánea, salía de la tienda camino de regreso, contando el cambio con dedicación mientras avanzaba un poco más lento que antes, tras terminar guardó las monedas para centrarse en regresar.

Entonces se dio cuenta de algo, algo que le hacía sentirse en peligro, como un conejo que tenía clavado los ojos de un depredador. Era uno de los sentimientos que más detestaba en la vida y que siempre trataba de evadir, así como los temas alfa y omega, pero ella siendo este último no podía ignorarlo todo y para siempre.

Para su desgracia su complexión y rasgos le delataban mucho, aunque podía excusarse con el que era simplemente así por herencia familiar, y la mayoría de veces le funcionaba.