Día 26: Anidados

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—Me siento deprimido...

—¿Y eso? —la chica arqueó una ceja confundida. No era nada común que Bokuto lo aceptara tan abiertamente—. ¿Algo anda mal?

—¿Está bien esto?

Le miró con un puchero sobre sus labios, sus ojos como un cachorrito bajo la lluvia que le recordaba a los viejos tiempos. Hacía mucho que no lo veía de ese modo.

Se revolvió un momento el cerebro buscando el significado de sus palabras y qué era lo que estaba mal, desde la mañana todo marchaba bien y no había dado indicios de ninguna cosa que dijera lo contrario. Sin embargo, tras unos segundos en los que analizaba su mirada y le acariciaba el rostro creyó darse cuenta de lo que se refería.

—Oh, eso...

—Sí, eso...

—Pero Akaashi dijo que estaba bien y que lo hace por nosotros, así que no hay problema.

—Pero, quisiera que también estuviera aquí con nosotros.

—Yo lo sé —le agarró las manos con cariño, acariciando sus palmas—. Es nuestra oportunidad para estar a solas y sin interrupciones, podremos volver a tener estas vacaciones del equipo con ellos presentes, ¿Qué te parece?

Bokuto ladeó la cabeza a un lado y luego al otro como pensando la sugerencia en su cabeza y las posibilidades de este cuando volviera a suceder. Tras los segundos terminó por asentir ahora con una sonrisa adornando en sus labios, un gesto que contagió a su compañera.

—Entonces, ¿Hoy puedo consentirte todo lo que yo quiera?

—¿Qué tienes en mente?

Le intrigaba cuales podrían ser las ocurrencias que pasarían por la mente de Bokuto, podría ser desde salir hasta solo pasársela acurrucados en la cama. La sonrisa del peli-gris no hizo más que crecer cuando ella hizo la pregunta, se levantó la manga corta hasta el hombro dejando apreciar su musculoso brazo y que ella se mordiera internamente el cachete por la vista.

—¡Déjamelo a mí! —con ese mismo entusiasmo se dio la vuelta para darse paso hacia la cocina—. ¡Eh estado practicando mucho antes!

Inmediatamente que la chica se percató de lo que tenía su Alfa en mente la sonrisa desapareció. Tanto ella como el peli-negro no tenían buenas experiencias con Bokuto cocinando lo que creía que haría.

—¿Estás seguro Bokuto?

—¡Por supuesto!

.

Mientras le carcomía la duda y el impulso por no asomarse a la cocina cada cinco minutos, prefirió disponerse a saquear todos los cuartos sacando de su interior todas las cobijas y almohadas que pasaran por su vista, también incluyó la de los otros sillones y las que estaban guardadas en el armario.

Dejó todas sobre el piso con una expresión satisfecha por su botín recabado, pero antes de que pudiera iniciar con su plan un aroma alarmante llegó a sus fosas nasales. Giró la vista para ver la nube de humo que salía de la cocina, ahí estaba el desastre.

A paso apresurado ingresó a la cocina encontrándose con la escena de Bokuto abatido "llorando" por una docena de galletas quemadas en el horno. Le había salido bien desde la masa hasta el sabor, pero el error estuvo en el tiempo y la temperatura de las galletas lo que les hizo pasar de un hermosos tono crujiente y quizá acaramelado a un carbón humeante.

Divertida, se acercó a él para palmearlo de la espalda mientras Bokuto miraba su obra de arte arruinada. Como siempre se decía, el esfuerzo era lo que importaba.

Omegacember 2021 (Bokuto Koutaro) ||Haikyuu AU|| [05]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora