Omegacember 2021 (Bokuto Koutaro) ||Haikyuu AU|| [05]

Día 02: Aroma

Una semana pasó, una bastante normal y en general sin muchos cambios a su rutina diaria de antes de que los chicos llegaran, pero esas cosas que sí se volvieron diferentes le estaban costando algo más de trabajo acostumbrarse.

Y la más importante le estaba afectando justo en ese momento. No podía creer que un poco antes de que fuesen las cinco de la madrugada ella ya estuviera despierta escuchando la regadera del baño funcionar.

Por su lado el peli-negro seguiría acostado unos minutos más en su habitación, mientras que Bokuto era quien ya se encontraba dándose una ducha después de haber regresado de correr no hace mucho. Ella creía que era broma aquellos que aun ni amanecía y ya estaban teniendo actividades desde esa hora.

Al menos ambos no tenían la misma rutina y eso lo agradecía un poco, aunque quizá y algunas costumbres se le pegaron a Akaashi, como el levantarse temprano y tal parecía que a ella le pasaría lo mismo.

Al notar que ya no podría volver a dormir terminó por levantarse de la cama para ir a mojarse un poco el rostro antes de salir de su habitación.

Para ese momento se había acostumbrado en totalidad a ambos chicos, si era sincera ella pensaba que iba a serle demasiado complicado el convivir con ellos, pero sobre todo con Bokuto quien era el Alfa sabiendo bien que a esa edad era donde les costaba más controlar sus feromonas, sin embargo, había leído que eran más fuertes en los adultos a excepción de los dominantes como él que tenían como característica que desde pequeños tenían feromonas muy fuertes, incluso más que muchos adultos.

Pero Bokuto a pesar de ello no demostraba en ningún momento haber percibido su aroma Omega o al menos no le tomaba importancia lo cual le era extraño, pero no pretendía preguntarle porque prefería que no supieran que ella era Omega.

Más bien su preocupación mayor era Akaashi, ese chico parecía tener una visión más aguda aún siendo un Beta y parecía que ya lo sabía casi desde un inicio, o al menos lo sospechaba.

Ella se había asegurado de ante mano limpiar toda su casa con aquellos productos de limpieza que eliminaban cualquier rastro de feromonas, por esa razón es que logró pasar la prueba de inspección posterior antes de la entrevista, sumado que el de ojos amarillos (que debería tener una mejor percepción de ello) no se había percatado de nada. Así que no entendía que estaba mal.

Salió de su cuarto y bajó las escaleras al comedor para tomar algo que le despertara mejor, un café bien cargado con poca azúcar era algo que amaba por las mañanas y era lo que más necesitaba en ese momento.

Al llegar abajo y pasar hacia la cocina el sonido de la puerta hacía su característico sonido haciéndole voltear por inercia en esa dirección, y topándose con no solo a Bokuto salir de ahí, sino que también recién duchado y con solo una toalla en la cintura.

Los colores en el rostro de la chica se dispararon hacia arriba, por su parte él al percatarse de lo que estaba pasando dio un par de pasos hacia atrás con rapidez para salir de la vista de ella.

—¡Ah, lo siento! Nunca habías salido de tu cuarto a esta hora.

—No es... No es problema...

Rápidamente siguió su camino cubriéndose el rostro permitiendo que el peli-gris pudiese irse a su cuarto a cambiarse.

Suspiró con fuerza, una semana y no había hablado mucho con ninguno y eso que Bokuto era obviamente el más hablador de ambos.

La tetera sonó a lo que ella se levantó a apagar el fuego para servirse en su taza y preparar su ansiada bebida, a los minutos ya tenía su café preparado con un delicioso olor que con solo inhalarlo ya sentía que despertaba al cien.