Día 25: Púas en la Lengua

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Una mañana normal, no hacia ni frío ni calor, tampoco un viento intenso ni lluvia ligera, solo una simple mañana cualquiera. Pero, aunque el ambiente era tan casual como cualquier otro la chica tenía todo en mente menos tranquilidad, en realidad era un día glorioso si pudiera llamarlo así en una sola palabra.

Y todos se debía a una cosa. Vacaciones. Sí, eran unas vacaciones por varias razones distintas, pero estas no eran algo importantes en ese momento, lo importante es que en cualquier momento la puerta sería abierta anunciando la llegada de Bokuto.

Y por eso mismo, ella se encontraba ansiosa con su taza con café en las manos, sorbiendo cada tanto la bebida ya algo fría para mantener la paciencia lo mayor posible.

También observaba el reloj de la pared y su monótono sonido de tik tak, para luego bajar la mirada a su celular no muy lejos de sus manos, con las palabras "no voy a mandarle un mensaje" repitiéndose en su cabeza una y otra vez.

Aun no era tan siquiera la hora que el chico le había indicado que estaría en casa, pero ella quería saber si ya estaba cerca, si algo lo habría atrasado y si sí iba a llegar. Aunque las respuestas en orden serian: Sí, nada y nuevamente sí.

Casi como alarma programada en su cabeza, cuando la aguja del reloj marcaba la hora esperada ella ya se habíaterminado su café por lo que se levantó para llevar la taza al lavabo para después tomar su celular e irse a la sala. Se guardó con mucho esfuerzo las ganas de ir a pararse a la puerta y prefirió sentarse en el sillón a seguir con su espera.

Cuando pasaron cuatro minutos más, la puerta comenzó a ser abierta. En un brinco ella olvidó toda la ansiedad para ir a paso feliz hasta la entrada, dejando ver al peli-gris con una gran sonrisa que indicaba también la felicidad por ver a la chica.

Simplemente dejó su mochila tirada en el suelo y extendió sus brazos de par a par para que ella se colgara de él en un fuerte y esperado abrazo que llenó de tranquilidad y alegría a ambos. No dudaron ni un momento para darse un pasional e intenso beso mientras los brazos de Bokuto se cerraban sobre ella, disfrutando de las feromonas que ambos emanaban para recibir al otro.

—Te extrañé —ella habló primero en cuanto sus labios se separaron.

—¡Yo también te extrañé!

Se miraron a los ojos con ardientes sonrisas que aun desbordaban felicidad. Ella seguía abrazándolo por el cuello ante la posición y la dificultad que ya le era poder rodear su ancha espalda que se había vuelto una pequeña adicción de ver cuando se volteaba. La cual era una necesidad más fuerte cuando llevaba un tiempo sin verlo.

Tras unos segundos más entre besos y cariños, finalmente se soltaron casi al mismo tiempo para separarse. Bokuto volvió a tomar su mochila para adentrarse a la sala donde la dejó ahora sobre el sillón. Ya habría tiempo para subirla a su habitación.

—¡Adivina que! —soltó de la nada a la par que ingresaban a la cocina, quizá tomarían un aperitivo mientras conversaban—. ¡Cierta persona va a regresar y se unirá a nosotros!

Ella se giró a mirar primero con asombro, pero no pudo mantener mucho tiempo esa mirada antes de curvar sus labios en una sonrisa que delataba que ya sabía aquel acontecimiento.

—Hinata-Kun, ¿No?

—¡¿Cómo es que ya lo sabes?! —se quejó ahora siendo él quien estaba sorprendido.

—Akaashi me lo ha dicho ayer después de que tú se le dijeras a él.

Esa respuesta se ganó un refunfuño por parte del peli-gris.

—¡Me quejaré con Akashi por mensaje! —afirmó con infantil enfado. Pero solo logró que la diversión en ella aumentara.

Como consuelo le tomó sutilmente la mano antes de volver más firme el agarre y entrelazar los dedos con los de él, quedando frente a frente mientras volvían a su divertido juego de mirarse fijamente hasta que uno perdiera y besara al otro.

Omegacember 2021 (Bokuto Koutaro) ||Haikyuu AU|| [05]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora