Día 4: Ronroneo Alfa

3.6K 403 36
                                    

Parecía que con ese accidente y la pequeña conversación que los tres tuvieron las puertas se hubieran abierto de golpe o que la burbuja que ella misma impuso para protegerse hubiese sido rota en un instante.

A un mes de convivencia con los chicos las cosas mejoraron significativamente para ella, como un estado de ánimo mucho mejor que el que había tenido cuando todo empezó, aun así, seguía sin poder soportar el despertar tan temprano.

—Si quieres puedes ir a descansar a casa.

La repentina voz le hizo reaccionar a tiempo antes de que su cuerpo se inclinara a un lado por estar quedándose dormida, abrió los ojos de golpe y miró al chico frente a ella, el cual limpiaba su sudor de la frente y bebía un poco de agua.

—No pasa nada, ya me acostumbrare —respondió entre un bostezo—. De todos modos, no tengo nada que hacer en casa.

Se dejó escuchar el rechinar de los tenis sobre el piso del gimnasio para segundos después sonara el fuerte impacto del balón contra la mano, seguido de chocar con el suelo y rebotar, captando la atención de ambos que observaron solamente como Bokuto aterrizaba tras hacer el potente remate, quitándose del paso para que inmediatamente el que estaba detrás de él hiciera lo mismo.

—¡¿Viste mi remate?! ¡¿Lo viste?!

—Eh, sí claro, sonó tan genial como siempre.

En realidad, estaba distraída con el peli-negro por lo que no lo vio exactamente, pero le dijo que sí para no desanimarlo (esto a recomendación de Akaashi).

—¡Por supuesto que sí!

Una pequeña costumbre que se hizo fue que todos los días él presumiera su cruzado del que estaba orgulloso, como si fuese la primera vez que se lo enseñaba. Esto no le molestaba a la chica, pero se le hacía curioso.

El silbato sonó captando la atención de todos, el entrenamiento de ese día finalizaba, entonces los chicos procedieron a iniciar a levantar todo antes de irse.

—¿No es difícil vivir con Bokuto?

La chica giró a ver detrás de ella, se trataba de uno de los chicos que pasaba por ahí con una escoba que acababa de agarrar para limpiar.

—La verdad es que no, a veces está muy tranquilo —comentó.

—Las únicas veces que lo he visto tranquilo es cuando duerme.

—O cuando se deprime —agregó alguien más.

De momento la chica no había visto a Bokuto tan deprimido, solo algunos momentos, pero no duraban mucho antes de que volviera a su estado natural.

—Hablando de... —tal parecía que ese día iba a tener la fortuna o mala suerte de verlo de ese modo—. ¿Nadie le aviso que mañana no íbamos a tener entrenamiento?

Todos de inmediato fingieron estar sumidos en sus tareas, nadie quiso cargar con la responsabilidad de decirle, aunque pensaron que iba a ser algo obvio porque el día siguiente no iban a tener clases en general.

—¿Dónde está? —preguntó el peli-negro.

Señalaron hacia el almacén.

—A lado de donde guardamos los balones, parece un fantasma ahí metido.

La chica observó el lugar señalado, levantándose de la banca para caminar hacia allá para ir por el chico, sin embargo, fue detenida un momento.

—No es necesario que te ocupes de eso.

—Sinceramente tengo curiosidad, además de que no podría dejarlo así.

—¿Estas segura de ello? —ella sintió—. Entonces te lo encargo por favor.

Omegacember 2021 (Bokuto Koutaro) ||Haikyuu AU|| [05]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora