«Sempiterno; que durará siempre, que, habiendo tenido principio, no tendrá fin.»
✔ Relación poliamorosa
✔ Todos los personajes son de S. Meyer, a excepción de Alessa.
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Octubre
Noviembre
Diciembre
Enero
El tiempo pasa incluso aunque parezca imposible, incluso a pesar de que cada movimiento de la manecilla del reloj duela como el latido de la sangre al palpitar detrás de un cardenal. El tiempo transcurre de forma desigual, con saltos extraños y treguas insoportables, pero pasar, pasa. Incluso para mí.
(...)
Solté una carcajada ante la vista de Django estrellándose contra uno de los tantos árboles del inmenso bosque de Rumania, escuché el pequeño quejido de él.
—¿Estás bien? —pregunté acercándome entre risas. Él me miró con una falsa mirada de molestia.
—Por supuesto, pregunta después de haberte reído de tu pobre hermano gemelo —se hizo el ofendido mientras lo ayudaba a levantarse.
—Aun estoy riendo, no te preocupes —hice un gesto despreocupado mientras sonreía —, y no somos gemelos.
—Pero somos hermanos —dijo con diversión. Blanquee los ojos con cariño.
Habían pasado cuatro largos meses desde la partida de los Cullen, desde que Jasper se había ido sin despedirse e ignoraba mis llamadas y mensajes.
También eran cuatro meses desde que me había ido de Forks. Ya tenía dieciocho años, estaba en la edad donde debería empezar mi éxodo. El éxodo de una bruja básicamente se trataba de viajar por el mundo en busca de que tipo de bruja que eras, entrenar tu magia, ganar experiencia y más.
Primero, antes de poder iniciar el éxodo tienes que lanzar un sencillo hechizo para saber por dónde empezar. Desgraciadamente mi comienzo había tenido lugar en China, ¿cómo diablos iba convencer a papá de que tenía que viajar a otro continente?
Además, eso me serviría de distracción por el abandono de mi compañero. Aunque me sentía mal, yo no era diferente a él... Me contente con que no habíamos interactuado lo suficiente, él estaría bien.
Convenientemente el instituto realizó un intercambio de estudiantes, por primera vez y salí seleccionada a, sorpresivamente, China. Era una oportunidad que tenía que aprovechar, Bella también había salido sorteada y yo había intentado convencerla de que aceptará, pero ella era terca. Estaba decidida a esperar a los Cullen, lo que me parecía estúpido. Aunque yo también deseaba que regresarán, ellos se habían ido, nos habían abandonado.
